Dejamos nuestro vehículo estacionado cerca del polideportivo de Cuevas de San Marcos. Durante la ruta, exploramos la Falla de la Sierra del Camorro, una formación geológica excepcional que fue declarada Monumento Natural de Andalucía en 2003. Esta se encuentra en Cuevas de San Marcos y nos permite recorrer sus vertiginosos acantilados, así como sus enclaves más pintorescos y sorprendentes llenos de historia y leyendas. Entre estos lugares destacan la Cueva de Belda, una cavidad impresionante con más de 200 metros de recorrido fácil, que alberga numerosas formaciones de estalactitas y estalagmitas, además de 3 lagos subterráneos. También encontramos las ruinas de la ciudad-fortaleza de Medina Belda, ubicada en las alturas de la montaña y fundada por el guerrillero almohade Omar Ben Hafsun. Otros puntos de interés incluyen la Cruz y el Tajo del Reloj, con sus paredes verticales y su sombra que solía indicar la hora, la Cueva Nueva con bonitas formaciones, y el cresteo por el lapiaz agreste que constituye la cuerda de la falla. Desde el punto más elevado de la montaña, donde se encuentra el vértice geodésico de Cuevas Altas o el Camorro Alto, disfrutamos de unas vistas impresionantes del Embalse de Iznajar, conocido como el Lago de Andalucía por ser el mayor pantano de la región, rodeado de las elevaciones más importantes de las Sierra Subbéticas.

Para completar este recorrido, transitamos por el cómodo sendero PR-A 234, que cuenta con plataformas y escaleras metálicas para superar los grandes desniveles de las paredes calizas, así como por zonas de lapiaz incómodo y senderos difusos que requieren destreza en este tipo de terreno. Es importante extremar las precauciones en condiciones de humedad y lluvia para garantizar la integridad física.

RECORRIDO:
CENTRO DE INTERPRETACIÓN SENDA DE LOS MILENIOS – CARRIL DE LA CANTERA – ANTIGUA CANTERA – MIRADOR DE LA SIERRA DEL CAMORRO – CUEVA NUEVA – ESCALERAS METÁLICAS DEL TAJO DEL RELOJ – MEDINA BELDA – TAJO DEL RELOJ – CRESTA DEL CAMORRO – VÉRTICE DE CUEVAS ALTAS O CAMORRO ALTO – ABRIGO DE LA FALLA DEL CAMORRO – CUEVA DE BELDA – YACIMIENTO ALMOHADE – CENTRO DE INTERPRETACIÓN SENDA DE LOS MILENIOS.

LEYENDAS DE LA CUEVA DE BELDA:
Según la tradición, en la cueva de Belda los habitantes de la antigua ciudad romana de Belda escondieron sus joyas y tesoros para protegerlos de los saqueos de los vándalos. Desde entonces, se han tejido numerosas leyendas en torno a esta cueva, incluyendo la historia de un misterioso personaje enlutado con poderes sobrenaturales. Esta figura se ha avistado en varios lugares de la zona y se le ha vinculado con acontecimientos sobrenaturales, como la aparición de un dragón y la presencia de espíritus malignos. Sin embargo, la leyenda cuenta que un valiente fraile logró enfrentarse a estas fuerzas oscuras y sellar la cueva con la Cruz de Cristo, liberando así el lugar de la presencia del diablo.

Comienza en las cercanías del Campo de Deportes de Cuevas de San Marcos. El sendero atraviesa bosques de pinos hasta llegar al Tajo del Reloj, en la Sierra del Camorro, donde se encuentra la Cueva de Belda, accesible a través de escaleras metálicas después de recorrer aproximadamente 1,5 km.

En esta cueva, con un techo muy alto, puedes entrar con facilidad. Continúa hasta el Mirador del Camorro, donde está la Cueva Nueva, descubierta durante excavaciones en una cantera. No se puede acceder a esta cueva, solo se puede observar el interior de una galería desde un pequeño agujero en el exterior.

Desde el Mirador, tendrás una vista panorámica impresionante de Cuevas de San Marcos, el pantano de Iznájar, Lucena, Picacho de Cabra, Rute, la sierra y el Pico de la Tiñosa. Luego, camina hasta la cima para descubrir los restos de la antigua Medina Belda y la Cruz que corona la colina.

En la cima, encontrarás una Vía Ferrata en el cortado. La ruta está señalizada y es fácil de seguir, pasando por senderos agradables entre pinos y un tramo por un cómodo carril. Ten en cuenta que la última parte hasta la cumbre puede ser resbaladiza y con fuerte pendiente, difuminándose entre las rocas al final.

Aunque la intención era llegar hasta el cercano V.G. de Cuevas Altas cresteando, las previsiones de lluvias lo impidieron, finalmente se produjeron. Disfruta de esta ruta panorámica y llena de historia en Cuevas de San Marcos.

Ruta que apuesta por la calidad más que por la cantidad, centrada en sensaciones en lugar de en kilómetros, cargada de adrenalina y completamente impresionante e imprescindible por la Falla de la Sierra del Camorro, una formación geológica excepcional declarada Monumento Natural de Andalucía en 2003, situada en Cuevas de San Marcos. En este recorrido se exploran y se crestan los vertiginosos tajos, así como los lugares más pintorescos y sorprendentes cargados de historia y leyendas que marcan este camino, como la Cueva de Belda, una impresionante cavidad de más de 200 metros que alberga numerosas formaciones de estalactitas y estalagmitas además de 3 lagos subterráneos; las ruinas de la ciudad-fortaleza de Medina Belda, establecida en las alturas inaccesibles de esta montaña por el guerrillero almohade Omar Ben Hafsun; la Cruz y el Tajo del Reloj, con paredes completamente verticales y conocido así porque su sombra solía usarse para determinar la hora ya que era visible a kilómetros de distancia; la Cueva Nueva, una coqueta cavidad que esconde bonitas formaciones, incluyendo una en la gran sala central que recuerda la imagen de una virgen; el desafiante cresteo a través del agreste lapiaz que forma la cresta de la falla y pone a prueba nuestros tobillos (y la resistencia de las botas) permitiéndonos alcanzar el punto más alto de esta montaña donde se encuentra el vértice geodésico de Cuevas Altas o el Camorro Alto. Desde aquí, las maravillosas vistas que nos acompañaron en todo momento se elevan a un nivel superior, con el intenso azul de las aguas del Embalse de Iznajar, el mayor pantano de Andalucía, atrayendo nuestra mirada con el perfil montañoso que lo rodea y permitiéndonos identificar las mayores elevaciones de las Sierra Subbéticas como La Tiñosa, el Pico Bermejo, el Lobatejo, el Picacho de Cabra y la Sierra Alta de Rute.

Este recorrido combina el cómodo y hermoso sendero PR-A 234 con las estructuras metálicas en forma de plataformas y escaleras que nos ayudan a superar los enormes desniveles de estas paredes de caliza (así como la vía ferrata que esconde esta falla), pero también nos lleva a través de áreas de complicado lapiaz y senderos muy difusos que requieren estar acostumbrados a este tipo de terreno, sobre todo en condiciones de humedad y lluvia, donde hay que extremar las precauciones ya que pueden dificultar en gran medida el progreso y la integridad física.

RECORRIDO:

CENTRO DE INTERPRETACIÓN SENDA DE LOS MILENIOS – CARRIL DE LA CANTERA – ANTIGUA CANTERA – MIRADOR DE LA SIERRA DEL CAMORRO – CUEVA NUEVA – ESCALERAS METÁLICAS DEL TAJO DEL RELOJ – MEDINA BELDA – TAJO DEL RELOJ – CRESTA DEL CAMORRO – VÉRTICE DE CUEVAS ALTAS O CAMORRO ALTO – ABRIGO DE LA FALLA DEL CAMORRO – CUEVA DE BELDA – YACIMIENTO ALMOHADE – CENTRO DE INTERPRETACIÓN SENDA DE LOS MILENIOS.

LEYENDAS DE LA CUEVA DE BELDA:

Hay antiguas historias relacionadas con un personaje siniestro que habitaba en esta cueva. Diego Vázquez Otero recoge una de ellas que narra: «En la Cañada donde ahora se encuentra Cuevas de San Marcos, entre los cerros Toscares y Martillo, al pie de la Sierra El Camorro, en las estribaciones de la de Archidona, existió en tiempos antiguos una ciudad romana: la rica Belda, un núcleo importante en aquel entonces. La tradición dice que los habitantes de la ciudad, al enterarse de los robos y abusos que estaban llevando a cabo los vándalos, uno de los pueblos germanos que destruyeron el Imperio romano de Occidente, decidieron esconder sus joyas y tesoros en la gruta conocida como Belda, para protegerlos de la voracidad de esas hordas feroces. Después de la muerte o desaparición de los habitantes de la ciudad, los tesoros quedaron ocultos en la cueva. Desde entonces, la gente se ha dedicado a buscarlos, ya que no faltan aquellos en nuestros días que intentan cavar y remover la tierra, soñando con encontrar el oro y las joyas depositadas en esos lugares, que dieron refugio al mismísimo Lucifer, considerado su dueño.»

Sobre esta cueva lóbrega y misteriosa, decorada con caprichosas estalactitas, se han tejido innumerables leyendas. Algunas cuentan que al descubrir los tesoros, después de arduos trabajos, al tocarlos, se convertían por arte diabólica en carbones negros. A partir de 1650, en Cuevas de San Marcos comenzó a circular la leyenda de un misterioso personaje enlutado, de barbilla puntiaguda y mirada siniestra, que se dejaba ver en los rincones más alejados de esos lugares: campesinos y arrieros lo habían visto en la Cañada de Prado Hondo, Huertas del Torbiscal, en el camino de Antequera y en el de Iznájar, e incluso más de un pastor lo había visto cruzando las Sierras del Mal Nombre y Peñas Altas.

Antes de esas apariciones, solo se le había visto en la Gruta de Belda, de la que nunca salía, siendo el encargado, según la opinión general, de custodiar y vigilar los tesoros que guardaba en su interior. También se comentaba que este personaje una vez pagó al barquero para cruzar el río Genil con varias monedas de oro, y qué sorpresa cuando más tarde el barquero encontró esas monedas convertidas en pedazos de carbón. Se podía escuchar que en ocasiones, al sonar la primera campanada de la medianoche, la cueva se iluminaba con una luz misteriosa, y se escuchaban gritos horribles y aullidos infernales. Entonces se le veía pasear de un lado a otro, realizando conjuros y convocando a los espíritus malévolos para celebrar aquelarres.

Un día, al anochecer, unos guerreros cristianos que combatían a los moros en la frontera se perdieron en las sierras y acamparon para pasar la noche en la entrada de la cueva. A medianoche vieron surgir un dragón horrible de la cueva, acompañado de una gran cantidad de humo que oscureció la luna que brillaba en el cielo. Llenos de miedo, huyeron aterrorizados, a pesar de haber demostrado su valentía y ferocidad en combate. De regreso al campamento, informaron al Capellán, un fraile de la Orden de Santo Domingo, muy inteligente y valiente. Al día siguiente, el Capellán ordenó a los testigos que lo acompañaran a la cueva a medianoche, con el objetivo de atar al demonio y expulsarlo para siempre de ese lugar.

Los soldados, algo temerosos pero animados por la valentía del Capellán, lo llevaron hasta la entrada de la gruta, a poca distancia de ella, justo en el momento en que la torre de la Iglesia tocaba la primera campanada de la medianoche. Tan pronto como se apagó la campanada, el personaje enlutado encendió una antorcha verde y se puso a leer en un gran libro. Poco después, apartó la vista de los pergaminos amarillentos, pronunció unas palabras, trazó signos cabalísticos en el aire y de repente, un lago de fuego apareció en el suelo de la cueva, iluminándola toda con un resplandor siniestro, como la luz del azufre. Al mismo tiempo,

Nacido en cuevas, realicé este recorrido ya que en Wikiloc algunas rutas carecían de puntos de interés adecuados o eran demasiado extensas.
Esta ruta está completa, marcando todos los sitios de interés histórico, geológico y paisajístico.
Comenzamos en la Senda de los milenios, tomamos el sendero de la cueva Belda a la izquierda. En el primer cruce, nos encontramos con un yacimiento almohade y tomamos a la derecha. Continuamos hasta llegar a la cueva Belda, bajamos y giramos a la izquierda en el primer cruce, siguiendo un sendero que bordea recto hasta llegar a la explanada de la cantera. Desde allí, tomamos la pista que lleva al mirador y la cueva nueva. Siguiendo el sendero desde el mirador, llegaremos a las escaleras metálicas, las subimos y unos metros más arriba encontraremos un cruce al que giramos a la derecha, conduciéndonos hacia las ruinas de Medina Belda. Continuamos hacia la izquierda, bordeando las piedras de una antigua torre de vigilancia hasta llegar al aljibe. Seguimos el sendero hasta llegar a una cruz, continuando por la cresta hasta el Tajo del Reloj. A la derecha, pasamos unas puertas metálicas y giramos a la izquierda, bordeando el tajo hasta llegar al Camorro, marcado con puntos rojos. Desde el Camorro, descendemos hacia la llanura de La Tita, divisando un corral de piedra semiderruido que debemos alcanzar. Continuamos por un sendero a la derecha de la higuera donde se encuentra la sima Simón, desandamos nuestros pasos hasta llegar al corral y giramos a la derecha siguiendo el GPS hacia las Rajas de Aire. Ascendemos a la izquierda hasta encontrar la senda que rodea el Camorro, llegando a la zona de escalada. Encontramos una senda menos definida marcada por puntos rojos en las rocas, que nos llevará a una senda más clara hecha por los escaladores que desciende hacia el Llano Rufo. Bordeamos los pinos hasta encontrar una senda que nos lleva al cruce de las ruinas mozarabes, descendiendo por la misma ruta. La mayoría del trayecto está marcado con puntos rojos, aunque algunos están muy deteriorados o no son visibles.
Se puede clasificar como una ruta moderada, ya que con ayuda de un GPS en algunos tramos, no presenta complicaciones.

Ruta circular que tiene inicio en el polideportivo ubicado en Cuevas de San Marcos. Se comienza ascendiendo por un sendero que nos lleva hasta la cueva de Belda, una gruta que recorremos aproximadamente unos 100 metros hasta llegar a la zona inundada por el agua. Al salir al exterior, descendemos por unas escaleras metálicas y luego retornamos parte del camino para dirigirnos hacia la cima de la sierra del Camorro. Al principio, seguimos un camino marcado, pero al final debemos abandonarlo para continuar campo a través hasta llegar a la cima. Desde este punto, se puede disfrutar de una vista panorámica excelente. Seguimos por la cresta de la sierra, saltando de piedra en piedra, ya que no hay un camino definido, hasta llegar al Tajo del Reloj, llamado así por su función de orientación horaria para los habitantes de Cuevas de San Marcos. Continuando el recorrido, encontramos unas escaleras metálicas que nos llevan al comienzo de una pista donde se sitúa otra cueva más pequeña y una antigua cantera. Siguiendo un tramo de esta pista, llegamos a otro camino que nos conduce directamente bajo la cueva de Belda. Al regresar sobre nuestros pasos, finalizamos de nuevo en el punto de partida.

Saludos y que disfrutes de la ruta.

Exploración en Cuevas de San Marcos

Recientemente hemos completado una ruta sencilla con un desnivel mínimo, que se podría considerar de dificultad moderada debido a los tramos por campo. Hemos disfrutado de una naturaleza vibrante, con una exuberante vegetación verde, el canto de los pájaros, y hemos tenido la suerte de avistar águilas, ardillas y ¡tres jabalíes que han cruzado justo delante de nosotros! Esta ha sido la primera vez que hemos tenido la oportunidad de verlos, a pesar de ser conscientes de su presencia por los rastros que dejan a su paso.

Saliendo desde el campo de fútbol, nos dirigimos bordeando los pinos por el sendero de la cueva belda hasta llegar al llano del rufo. Desde allí, cruzamos hacia la carretera de los cachorrales y continuamos por ella hacia la antigua nave de conejos, conocida como la mahaviea. Siguiendo el carril descendemos hacia las Peñas Altas, donde encontramos un pequeño remanente del bosque mediterráneo que solía poblar esta zona de Andalucía, a lo que nosotros llamamos el bosque encantado.

Tras cruzar esta área hasta las ruinas de un cortijo, descendemos por un antiguo carril hacia los olivos y continuamos hasta atravesar el arroyo de la Sierrezuela, adentrándonos en el paraje de las Pilas. Aquí presenciamos el nacimiento de agua de las mismas, para luego atravesar el campo hasta un carril que nos lleva al sendero de las Pitas, el mirador del pantano y finalmente retroceder por el carril del mirador hacia Cuevas.

Justo antes de llegar a la carretera, tomamos un carril que nos conduce nuevamente a la carretera de los cachorrales, y de ahí hacia la carretera del pantano. Siguiendo esta vía hacia la izquierda hasta llegar al monolito, ascendemos por las escaleras y continuamos a la izquierda hasta llegar al punto de partida.