01 de enero del año 2016
Comenzar el año homenajeando a Villanueva e Iznatoraf, dos Villas que custodian la campiña y sirven de entrada a la sierra Grande. La Moraleja y Torafe, una cristiana y la otra profundamente moruna.
Para realizar el recorrido, he optado por tomar el camino de la cuesta grande, una antigua ruta que conectaba a las personas de arriba y de abajo. A pesar de su deterioro debido a las labores agrícolas, todavía existen tramos intactos.
Empezamos en el corazón de Villanueva, recorriendo una de las principales calles para admirar las mansiones del siglo pasado. Salimos del área urbana por las eras del calvario, un lugar de gran significado durante la Semana Santa. Aquí tomamos el sendero a la izquierda, el cual, sin desviaciones, parece acercarse a nuestro destino, aunque nunca llegamos. Pasando por olivares todo el camino, ingresamos a Torafe desde el este, por el lado que da a la sierra. Recorremos sus estrechas callejuelas, visitamos la plaza de la Iglesia y dos puertas de la muralla antes de salir al oeste y finalizar en un bello mirador con nuestro punto de partida a nuestros pies.
Para el regreso, podemos optar por el mismo sendero o descender por la carretera asfaltada.

Visita a la encantadora localidad medieval de Iznatoraf partiendo desde el cercano Villanueva del Arzobispo.

DATOS DEL GARMIN

Tiempo en movimiento: 2 horas y 56 minutos

Tiempo detenido: 20 minutos

Promedio en movimiento: 3.7 km/h

Ascenso: 492 metros

Descenso: 492 metros

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La ruta que se describe aquí, junto con los tracks para GPS, son simplemente orientativos. Es responsabilidad de quien la realice tomar las medidas de seguridad adecuadas para el itinerario, las cuales dependerán de las condiciones climáticas, así como de la preparación tanto técnica como física del individuo que la lleve a cabo. Es importante dejar claro que todo lo mencionado (track y comentarios) es puramente informativo y sin ningún otro propósito, eximiendo al autor de cualquier responsabilidad ante cualquier incidente que pueda ocurrir a quien, por decisión propia o inducida, realice la ruta.

Visita a la encantadora localidad medieval de Iznatoraf partiendo desde el cercano Villanueva del Arzobispo.

DATOS DEL GARMIN

Tiempo en movimiento: 2 horas y 56 minutos

Tiempo detenido: 20 minutos

Promedio en movimiento: 3.7 km/h

Ascenso: 492 metros

Descenso: 492 metros

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La ruta que se describe aquí, junto con los tracks para GPS, son simplemente orientativos. Es responsabilidad de quien la realice tomar las medidas de seguridad adecuadas para el itinerario, las cuales dependerán de las condiciones climáticas, así como de la preparación tanto técnica como física del individuo que la lleve a cabo. Es importante dejar claro que todo lo mencionado (track y comentarios) es puramente informativo y sin ningún otro propósito, eximiendo al autor de cualquier responsabilidad ante cualquier incidente que pueda ocurrir a quien, por decisión propia o inducida, realice la ruta.

Ruta: Etapa de ruta y travesía evitando autopistas pero sin perderlas de vista. Mayormente llana, con ascensos y descensos suaves. Similar a la jornada anterior, pero con mayores posibilidades de transitar sin compartir la vía con el tráfico. Ahora, al haber dejado la autopista, caminamos por la carretera nacional, lo que dificulta nuestra caminata.

Recorrido: Partimos de Villanueva del Arzobispo por la N-322a y seguimos en ella, en lugar de tomar la N-322 después de la planta de biomasa, así no solo reducimos la distancia sino que también contemplamos Gútar. Destaca un imponente puente ferroviario para un proyecto de tren Baeza-Utiel que nunca se implementó. Al menos, el trayecto es ahora una Vía Verde que nos ayudará a evitar la carretera en los próximos días.

Pueblo: Llegamos a Arroyo del Ojanco tras 15 km. Atravesamos el pueblo por sus aceras y podemos abastecernos en los supermercados locales antes de continuar nuestro camino.

Incómodos insectos: Mención especial a los molestos insectos voladores en nuestro recorrido. Son incómodos y persistentes, aunque no parecen mosquitos. Interfieren en nuestra caminata y nos hacen buscar soluciones drásticas para protegernos de ellos.

Vía Verde: A partir del kilómetro 25,5 encontramos el inicio de la Vía Verde del Segura, un camino bien señalizado y cuidado que nos llevará sin problemas a nuestro próximo destino, Reolid.

Escenario: Cerca del final de la etapa, nos encontramos con una gasolinera abandonada y un «Club» de carretera que, a pesar de su aspecto descuidado, sigue en funcionamiento. Al pasar, un grupo de jóvenes nos observa desde el área de la piscina vacía, sorprendidas por vernos caminar por la carretera sin vehículo. Nos preguntan si estamos cansados, a lo que respondemos con sinceridad.

Al despertar, me di cuenta de la belleza del lugar donde nos hospedábamos, un sitio impecable, muy cuidado, con un amplio patio central que transmitía grandeza y unas instalaciones de calidad. Desayunamos temprano a las 06:15 y luego nos dirigimos hacia la explanada contigua, donde recibimos la Credencial y el Pañuelo que nos acreditaba como nuevos peregrinos. Tras rezar una oración, iniciamos la marcha con más de 60 personas enérgicas a través de Villanueva, camino a Iznatoraf.

Una vez en Iznatoraf, disfrutamos de un gran refrigerio antes de explorar este encantador pueblo. Sus calles, plazas y rincones parecían sacados de una película de dibujos animados, con plantas adornando cada rincón. Al llegar a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, fuimos recibidos por el párroco, quien selló nuestras credenciales amablemente.

Continuamos nuestro recorrido hacia Villacarrillo, descendiendo por sendas estrechas entre olivares y un intenso calor. Tras visitar la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, nos dirigimos a la ermita de San Isidro Labrador, donde disfrutamos de una agradable comida en compañía de autoridades locales.

Tras el descanso, retomamos la ruta entre olivares, campos de cereales y amapolas. A pesar de la dureza de la jornada, la camaradería y el buen ambiente nos impulsaron a llegar hasta el ansiado autobús al final del día.

En total, recorrimos 31,35 km en 11 horas 44 minutos, superando un desnivel acumulado positivo de 857 metros. Fue una jornada exigente, pero la determinación y la ayuda mutua nos permitieron alcanzar nuestro objetivo.

Recorriendo los alrededores de Vva Arzobispo, podemos encontrar distintos puntos de interés que merecen ser visitados. La Cueva del Boquerón en la Atalaya es uno de los lugares que más me ha impresionado. Las vistas desde Las Hormigas, la Fuente de la Yedra con vistas al Barranco la Montesina, Los Sevillanos con sus vistas al pueblo de la Sierra, Campiña y Colorao, el Camino de Herradura de los Zapateros con su fuente que une el sur con la Venta del Pino por el Asperon y el del Valle pasando por el Puerto.

En el camino hacia Los Gracias Francos, tomamos la Senda de los Muertos con la Escalera del Moni para llegar al Cortijo de las Caleras, el cual lamentablemente ya no está en funcionamiento. Al llegar al Cementerio, nos dirigimos al mirador de la Piedra Castellar, un hermoso lugar para contemplar las vistas.

De regreso a Vva, cruzamos el Viaducto, que en un futuro será parte de la Vía Verde, y ascendemos por la Corona de Vva hasta llegar a Mata viejos para entrar a Vva por las Eras del Calvario. Pasamos por Santa Ana, San Andrés, la Vieja casa consentenrial, el Ayuntamiento, el Ñaseo con su Casa de los Arcos, El Palacete, SAFA y el Parque de San Blas con su plaza de toros.

El camino que atraviesa la Fuensanta y desciende hacia abajo. El asfalto termina después de recorrer 9 km en la ermita de Jesús del Monte, pero el carril continúa conectando con la Carretera del Tranco, la Transversal de las Villas en el Collao Ojuelo, y Bardazoso.

El camino de la Caña está rodeado de cortijos con sus propias huertas, en el pasado era una importante despensa. En la actualidad, se encuentra lleno de olivos, aunque todavía se pueden ver sus acequias.

Al caminar encontraremos el Puente la Luz y saldremos a la Caña por el Puente Canata, dejando atrás la Ombria que en esta época del año está cubierta de hielo.

Al cruzar el Puente la Gorda, un paso que en su día tuvo que ser pagado por la Señora. A la derecha, hay una salida hacia el Villarejo, pasando por la Toba y dejando el Barranco la Lila a la izquierda.

Recorrido circular por el Cerro de los Sevillanos utilizando el teléfono móvil como punto de referencia. Iniciando la ruta por el carril de la Cantera.
Es factible hacer el recorrido en bicicleta, ya que todo el trayecto se realiza por carriles habilitados para este fin.

Recorrer la zona de la Parrilla pequeña puede ser una experiencia única. El Marquesado destaca con su característica punta de lanza en Piedra Castellar, ofreciendo unas vistas impresionantes donde se unen los Olmillos con el de las Villas.

Seguir por la Senda de los Muertos lleva hasta el Cortijo del Moni, con su Escalera / Tranco, para luego adentrarse en los Olivares en busca del Monto de Tierra… el camino promete ser interesante.

Un recorrido corto por las alturas de Villanueva con su mirador y espectaculares vistas de la Sierra de las Villas, así como de los mismos pueblos y parte del Colorao con el valle del Gusdalimar.

La caminata se extiende un poco más al querer explorar un tramo de la etapa de Villanueva del Arzobispo, Beas de Segura del Camino de San Juan de la Cruz… donde se pueden disfrutar de vistas impresionantes.