Descubre la ruta oficial PRC-VA 13 que recorre las bellas Fuentes de Tiedra, conectando las ocho antiguas fuentes en un recorrido circular alrededor de la encantadora villa medieval de Tiedra, ubicada a unos 55 kilómetros al oeste de Valladolid.

Los 18 kilómetros de la ruta son llanos y transcurren por los páramos de Torozos, mostrando la meseta castellana en su estado natural, con poco sombra y un desnivel aproximado de 800 metros sobre el nivel del mar.

Para llegar, desde Valladolid tomar la A-62 hacia Tordesillas y seguir luego hacia el norte por la A-6 hasta Mota del Marqués. Después, continuar por la carretera local VP-6604 durante 8 kilómetros hasta Tiedra, donde se puede dejar el vehículo en el aparcamiento junto al castillo medieval.

El Castillo de Tiedra, originario del siglo XI, fue fortificado con una muralla en el siglo XIV, siendo un punto estratégico en la disputa territorial entre León y Castilla. Tras pasar a manos del ayuntamiento en 2005, tras años de restauración, se puede visitar y disfrutar de las vistas panorámicas de la meseta castellana desde su torre.

Desde el aparcamiento del castillo, bajar hacia el núcleo urbano de Tiedra para abastecerse de agua en la fuente de la plaza La Cruz, una construcción de hierro fundido que no forma parte de la ruta pero que merece la pena visitar.

Descendiendo por la calle de la Ermita, se llega a la primera de las fuentes antiguas, la fuente de San Pedro, utilizada antiguamente también para combatir incendios. Siguiendo el camino hacia el sur, se encuentra la fuente del Caño, cuyo abrevadero aún se utiliza para el ganado.

Más adelante, la fuente de La Represa, que fue la principal fuente de agua potable del pueblo hasta casi el siglo XX, destaca por su pequeña noria que se acciona manualmente para extraer agua del manantial.

Continuando el recorrido, la fuente de Coberteras en una vía de origen romano y la fuente de Antagüeros, con influencia de la época imperial, muestran la importancia histórica del agua en la zona.

Cruzando la carretera VP-6604, se llega a la fuente Pelilla, con indicios de un antiguo asentamiento medieval. El paisaje de campos de lavanda acompaña el trayecto hasta la fuente del Tayo, un lugar de descanso junto al cauce seco del arroyo de Puentecilla.

Finalmente, la ruta lleva a la última de las fuentes, la fuente de Peramor, en una alameda, construida en ladrillo a mediados del siglo XX. De regreso, se visita la Ermita de la Virgen de Tiedra en lo que fue Tiedra La Vieja, con una rica historia que se remonta a la Antigüedad.

Así, culmina un recorrido por las fuentes antiguas de Tiedra, que ofrecen un paisaje único en la meseta castellana.

Recorrido fácil para explorar Tiedra y sus manantiales.
La ruta es extensa y adecuada para bicicletas. Recomendable en días frescos o con preparación para el calor.
La fama de sus fuentes era tal, que en 1802 se contempló llevar sus aguas a la ciudad de Toro para abastecer sus fuentes públicas.
Con el paso del tiempo, las fuentes perdieron su utilidad original y quedaron abandonadas, siendo invadidas por la vegetación. Fue una sorpresa para los habitantes de Tiedra descubrir los pilones de su infancia debajo de la maleza.
En el mismo municipio se encuentra la fuente principal, la de San Pedro, un pozo utilizado para casos de emergencia como incendios.
Desde este punto, un recorrido señalizado permite explorar las ocho fuentes restauradas, en un trayecto de aproximadamente dieciocho kilómetros ideal para bicicletas.
Un recorrido más corto de unas dos horas incluye seis fuentes, como la del Caño, Represa, Antagüeros, Coberteras, Pelilla y Tayo, todas representativas de la historia y paisajes de la zona. Estos lugares frescos y sombreados ofrecen alivio del sol en días calurosos.
El itinerario transcurre entre colinas y valles, cerca del casco urbano dominado por el antiguo castillo de la localidad.

Recorrido fácil para explorar Tiedra y sus manantiales.
La ruta es extensa y adecuada para bicicletas. Recomendable en días frescos o con preparación para el calor.
La fama de sus fuentes era tal, que en 1802 se contempló llevar sus aguas a la ciudad de Toro para abastecer sus fuentes públicas.
Con el paso del tiempo, las fuentes perdieron su utilidad original y quedaron abandonadas, siendo invadidas por la vegetación. Fue una sorpresa para los habitantes de Tiedra descubrir los pilones de su infancia debajo de la maleza.
En el mismo municipio se encuentra la fuente principal, la de San Pedro, un pozo utilizado para casos de emergencia como incendios.
Desde este punto, un recorrido señalizado permite explorar las ocho fuentes restauradas, en un trayecto de aproximadamente dieciocho kilómetros ideal para bicicletas.
Un recorrido más corto de unas dos horas incluye seis fuentes, como la del Caño, Represa, Antagüeros, Coberteras, Pelilla y Tayo, todas representativas de la historia y paisajes de la zona. Estos lugares frescos y sombreados ofrecen alivio del sol en días calurosos.
El itinerario transcurre entre colinas y valles, cerca del casco urbano dominado por el antiguo castillo de la localidad.

Atención al sol. Camino agradable si llevas suficiente agua y una gorra. No hay protección contra el sol. A pesar de ello, los paisajes son espectaculares.

Comenzando en el castillo de Tiedra y siguiendo las instrucciones, nos topamos con varias fuentes diferentes.