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Ruta perteneciente al GR 5 o Sender dels Miradors (etapa 1 y etapa 2) que discurre entre el Parque del Garraf y la Serra d’Ordal. Se inicia en la estación de Sitges y finaliza en la estación de Gelida.

Análisis técnico:

– La Etapa 1 atraviesa el Parque del Garraf, con un recorrido de 17,4 km (+758m. / -528m.)

– La Etapa 2 transcurre por la Serra d’Ordal, con una distancia de 16,5 km (+642 m. / -812 m.)

Hay dos zonas bien diferenciadas en las etapas, con terrenos variados y niveles de dificultad en la bajada desde el Montcau. Se recomienda llevar suficiente agua y ser precavido con la presencia de orugas procesionarias en la zona en determinadas épocas del año.

En cuanto a las fuentes de agua, se encuentran en varios puntos del recorrido, y se pasa por los pueblos de Olesa de Bonesvalls y Ordal, que ofrecen servicios básicos.

La ruta se cataloga como de nivel Difícil debido a la distancia, el desnivel y la complicada bajada del Montcau.

Se destaca la presencia de miradores a lo largo de todo el sendero, que hacen honor al nombre de El Sendero de los Miradores asociado al GR 5.

Datos según IBPIndex: IBP de 122, ascenso total 1245 m, descenso total 1199 m, distancia total 33,33 km.

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Ruta perteneciente al GR 5 o Sender dels Miradors (etapa 1 y etapa 2) que discurre entre el Parque del Garraf y la Serra d’Ordal. Se inicia en la estación de Sitges y finaliza en la estación de Gelida.

Análisis técnico:

– La Etapa 1 atraviesa el Parque del Garraf, con un recorrido de 17,4 km (+758m. / -528m.)

– La Etapa 2 transcurre por la Serra d’Ordal, con una distancia de 16,5 km (+642 m. / -812 m.)

Hay dos zonas bien diferenciadas en las etapas, con terrenos variados y niveles de dificultad en la bajada desde el Montcau. Se recomienda llevar suficiente agua y ser precavido con la presencia de orugas procesionarias en la zona en determinadas épocas del año.

En cuanto a las fuentes de agua, se encuentran en varios puntos del recorrido, y se pasa por los pueblos de Olesa de Bonesvalls y Ordal, que ofrecen servicios básicos.

La ruta se cataloga como de nivel Difícil debido a la distancia, el desnivel y la complicada bajada del Montcau.

Se destaca la presencia de miradores a lo largo de todo el sendero, que hacen honor al nombre de El Sendero de los Miradores asociado al GR 5.

Datos según IBPIndex: IBP de 122, ascenso total 1245 m, descenso total 1199 m, distancia total 33,33 km.

Ruta extensa y hermosa que atraviesa gran parte del Massis del Garraf. Es una ruta bastante distinta a las habituales, con solo dos puntos destacados: el pueblo abandonado de Jafra (por su historia) y el Monasterio Budista.

El resto del recorrido, que es extenso, ofrece vistas preciosas a lo largo del camino y una naturaleza muy especial, con combinación de bosques de pinos, zonas de piedra y arbustos típicos del Garraf.

Atención!!! El último punto para recargar agua es el Monasterio Budista. Después, durante 20km, no hay puntos de recarga de agua.

Esta es una ruta que, en mi opinión, es mejor realizar en otoño o invierno. Yo la hice el primer fin de semana de primavera y terminé con marcas de sol, arañazos y picaduras. Es el dilema entre asarse o ir con manga corta.

Los datos según IBPindex son: IBP de 127, ascenso de 1317m, descenso de 1296m y distancia total de 31.95km.

Cuando nos disponemos a realizar una ruta, es fundamental tener en cuenta no solo el ‘cómo’, sino también el ‘para qué’, así como analizar detalladamente sus fortalezas y debilidades, ya que implica un desplazamiento que ocupará parte de nuestro tiempo. Es interesante reflexionar sobre rutas antiguas que se realizaban por motivos comerciales, de transhumancia o defensivos, como es el caso del Camí de Ronda.

El Camí de Ronda es un recorrido para hacer a pie que sigue el antiguo camino que bordeaba la Costa Brava desde Portbou hasta el río Sènia. Gran parte de este recorrido discurre por senderos estrechos, aptos únicamente para caminar, con continuas subidas y bajadas, a veces entre rocas algo técnicas e incluso intransitables debido al agua de un temporal marino. En ocasiones, el camino transcurre por tramos llanos y alejados del mar por cuestiones urbanísticas. La belleza paisajística, la flora y la abrupta geografía de nuestras costas convierten al Camí de Ronda en un auténtico paraíso para senderistas y paseantes ocasionales.

El Camí de Ronda puede seguirse de forma continua a lo largo de la Costa Catalana, aunque se puede dividir en varios tramos, algunos menos urbanizados, ideales para combinar con otras actividades como la fotografía, el baño en el mar, escuchar las olas o disfrutar de la gastronomía local. Los puntos de partida pueden ser pueblos o ciudades con estación de tren para facilitar la llegada y el regreso, ya sea en un recorrido lineal o circular. La longitud de los tramos es variable y depende de la dificultad, personalmente prefiero tramos de alrededor de 10 km para disfrutar sin prisas. También se puede aumentar la distancia recorrida corriendo o en bicicleta, ya que muchos tramos son aptos para ello. La clasificación en 52 tramos de la familia «Borrell-Bullich» resulta muy útil e interesante.

Cami Ronda

01 Portbou – Puig Cervera

02 Portbou – Llançà

03 Port de la Selva – Llançà

04 Port de la Selva – Cap de Creus

05 Cadaqués – Cap de Creus

06 Cala Monjoi – Cadaqués

07 Cala Monjoi – Port de Roses

08 Camping Amfora – Port de Roses

09 Camping Amfora l’Escala

10 Cala Montgó l’Escala

11 l’Estartit – Cala Montgó

12 l’Estartit – Torroella de Montgrí

13 Platja del Racó – Torroella de Montgrí

14 Platja del Racó – Illa Roja

15 Sa Riera – Illa Roja

16 Sa Riera – Sa Tuna

17 Sa Tuna – Aiguablava

18 Llafranc – Aiguablava

19 Platja Castell – Llafranc

20 Platja Castell – Palamós

21 Sant Pol – Palamós

22 Sant Feliu – Sant Pol

23 Cala dels Canyarets – Sant Feliu

24 Giverola Ressort- Cala dels Canyarets

25 Can Viles – Giverola Ressort

26 Lloret de Mar – Can Viles

27 Estació Blanes – Lloret

28 Sant Pol – Estacio Blanes

29 Mataró – Sant Pol

30 Masnou – Mataró

31 BCN – Masnou

32 BCN – Castelldefels platja

33 Garraf – Castelldefels platja

34 Garraf – Vallcarca

35 Vallcarca – Sitges

36 Sitges – Vilanova i La Geltrú

37 Vilanova i la Geltrú – Segur Calafell

38 Segur de Calafell – Comarruga

39 Comarruga – Torredembarra

40 Torredembarra – La Mora

41 La Mora – Tarragona

42 La Pineda – Tarragona

43 La Pineda – Salou

44 Hospitalet de l’Infant – Salou

45 Hospitalet de l’Infant – illot del Torn

46 platja del Torn – Castell St. Jordi

47 Port de l’Estany – Castell St. Jordi

48 Camping l’Ametlla – Port de l’Estany

49 Camping l’Ametlla – l’Ampolla

50 la Cava – l’Ampolla

51 la Cava – La Ràpita

52 La Ràpita – riu Sènia

Esta ruta se complementa con el tramo de Sitges, aprovechando la belleza de esta ciudad perteneciente a la Comarca del Garraf, con un recorrido corto pero impactante. Desde la estación de RENFE, se camina entre edificios modernistas hacia la playa de Sant Sebastián y su iglesia, bordeando las rocas del macizo de Garraf y pasando por diversas calas, algunas con arena fina y otras con cantos. Se llega a una cala a la que se desciende por escaleras impresionantes, junto a la Cova del Marí Vell. El recorrido ofrece un bunker como vestigio de la guerra Civil, acceso fácil a varias playas y al Port d’Aiguadolç. Tras visitar estas zonas, el camino continúa por la montaña a partir de la Carretera Nacional.

La curiosidad fue la que me llevó a descubrir una nueva ruta en el cami de ronda que atraviesa el Garraf. A pesar de la complicada orografía kárstica, logré completar varias etapas de Norte a Sur, bordeando la costa de Port Ginesta a Garraf, de Sitges a Vilanova, y de Sitges hacia Vallcarca.

Investigando en Wikiloc, encontré una ruta que va desde Sitges (Platja de Sant Sebastià) hasta la Platja del Pebre (Cala Forn). El autor de la ruta advierte sobre tramos peligrosos cerca de la vía férrea, donde hay que bajar por enrejados de alambre para evitar desprendimientos.

Aunque decidí dar la vuelta en una de esas bajadas para evitar riesgos, destaco la recomendable visita a la Urbanización Punta Gavina. Esta ruta veraniega ofrece la oportunidad de bañarse en lugares recónditos y rodeados de rocas, con accesos difíciles de encontrar.

La ruta circular parte de la estación de RENFE en Sitges y recorre la playa de Sant Sebatià, la Punta de la LLengua de Serp, la Platja Fonda, la playa de guijarros, la ermita de Sant Sebastià, la playa dels Balmins, el bunker en Punta Grossa, el Poblado Marinero de Aiguadolç, la Caleta, la urbanización de Les Gavines, entre otros sitios destacados.

En la parte de la vuelta, aproveché para visitar la parte histórica de la ciudad y acceder al tren desde otro punto. Recomiendo las rutas complementarias que ofrecen Sant Sebastià y Hort Can Falc, así como un recorrido pintoresco e histórico por Sitges.

Otro recorrido explorando el cami de ronda que atraviesa el Garraf, habiendo completado varias etapas de Norte a Sur a lo largo de la costa, lo cual es todo un desafío debido a la accidentada topografía kárstica. Al superponer mi ruta desde Sitges hasta Platja del Pebre, descubrí un sendero entre mi propio rastro y el mar, lo que indicaba la existencia de un camino entre las rocas que debía ser explorado. Este tramo resultó ser bastante complicado, especialmente la sección que discurre junto a las vías del tren, con momentos en los que es necesario esperar a que pase el tren para evitar situaciones peligrosas. Coincido con la precaución de Jordi, ya que este tramo presenta dificultades, como ascender una colina y descender por una valla de alambre para evitar desprendimientos. A pesar de los riesgos, vale la pena visitar la Urbanización Punta Gavina, un lugar pintoresco y cautivador.

Esta ruta circular parte de la Gasolinera REPSOL al final de las costas de Sitges, pasando por diversos puntos de interés como el Hotel Meliá, Port Ginesta, el Poblado Marinero de Aiguadolç, Punta de las Forques, la playa de Aiguadolç y La Caleta. La urbanización de Punta Gaviota ofrece un entorno intrigante, con sus arcos, pasajes y escondrijos entre las viviendas y el acantilado. Siguiendo el sendero junto a la costa, nos adentramos en un terreno más abrupto y desafiante, que nos lleva a través de un mini sendero hasta un montículo con vistas a las vías del tren. A pesar de la complejidad de la ruta, la posibilidad de bañarse en rincones inexplorados entre las rocas durante el verano es una experiencia gratificante y memorable.

En resumen, esta ruta ofrece un recorrido lleno de aventuras y paisajes espectaculares, aunque requiere habilidad y precaución para poder disfrutarla al máximo. Recomiendo seguir las indicaciones de seguridad y evaluar detenidamente cada tramo, especialmente aquellos cercanos a las vías del tren. La combinación perfecta entre desafío y belleza natural, ideal para los amantes de la exploración y la naturaleza salvaje.

Ruta de senderismo por los alrededores de Sitges, dentro del Parc Natural del Garraf, con comienzo y final en la estación de tren de Sitges para facilitar el acceso a más caminantes. Destacan dos tramos seguidos que dificultan y ralentizan el paso. El primero, entre el WP «Cruce a salir del Fondo, ….» y el WP «Cova de Sant Llorenç», por su inclinación y ser una tartera, y el segundo entre el WP «Cova de Sant Llorenç» y poco antes del WP «Intersección: derecha», por tener que caminar sobre piedras fijas irregulares. No se recomienda hacerla en días lluviosos. La ruta se ha visto alterada debido al vallado de la finca del Mas d’en Puig, siendo necesario seguir un nuevo tramo desde la estación de tren hasta el WP «Izquierda a sendero» para continuar sin problemas a partir de ahí. Más detalles sobre la «Cocona petita del Puig d’en Boronet» aquí.

Para más información sobre: Creu de Sant Isidre, Cova de Sant Llorenç y Ermita de la Trinitat. También se presentan dos opciones alternativas al recorrido tradicional del GR-92 de regreso a Sitges: Opción A y Opción B.

La valoración del recorrido como moderado se limita al tramo de sendero pedregoso que llega hasta un poco más allá del Turó de la Fleca. El terreno no es uniforme, y las irregularidades, asperezas y bordes afilados dificultan el caminar con seguridad. Hay dos tramos de área urbana, senderos y pista.
La falta de luz que nos rodea aumenta nuestra inseguridad al hora de identificar cuándo es el momento adecuado para bajarnos. Los paneles internos del tren no indican la próxima parada, y los letreros con el nombre de las estaciones no están iluminados. Afortunadamente, conocemos la ruta y nos dejamos guiar por los usuarios habituales. Salimos de la estación por el lado montaña, reservando la zona costera para el final. Debemos transitar un par de kilómetros por zona urbana, haciendo una parada frente a la Església de Sant Joan. Al no estar clara la entrada al sendero, colocamos un hito y nos adentramos en lo que podríamos llamar la magia del cine, pues al mirar solo a la izquierda, nos sentimos en plena naturaleza entre vegetación y montañas, aunque los perros que ladran a nuestro paso nos recuerdan que caminamos por la parte trasera de las casas. El sendero, ahora de tierra, pronto se convierte en rocoso, lo que nos obliga a avanzar como acróbatas para mantener el equilibrio y la dignidad, dando pequeños saltos y pasos inseguros, como si tuviéramos brasas calientes bajo nuestros pies. La orografía y la vegetación características del Garraf nos incitan a usar largos pantalones y a evitar acercar los brazos desprotegidos a los bordes afilados. Romero y brezos en flor, a pesar de ser casi noviembre, adornan, perfuman y flanquean nuestro trayecto. Decidimos seguir adelante por las hermosas vistas y la entretenida visita a la Cova de Sant Llorenç, modesta pero digna de explorar por su simulación de estalactitas y estalagmitas, además de sus originales juegos de luces y sombras. Tras pasar el Turó de la Fleca, volvemos a pisar tierra y limpiamos la entrada al sendero, marcándola con un hito, para visitar la pequeña cisterna donde almacenaban agua para consumo. De manera repentina nos encontramos con la imponente Creu de Sant Isidre, que se erige orgullosa como mediadora entre energías celestiales y terrenales. Brinda sombra y asiento al caminante, así como consuelo al peregrino. Un pequeño desvío nos lleva a la cabaña con cisterna y un curioso frente de conchas, limpia y algo renovada, aún con agua de las lluvias recientes gracias al sistema de recolección en el lecho rocoso. Disfrutamos de las vistas y reanudamos la marcha, avanzando por la pista ocasionalmente pavimentada, suponemos para mejorar la tracción de los vehículos, aunque curiosamente una señal prohíbe su paso. Grandes antenas anteceden a la ermita, la cual nos cautiva durante un tiempo, deteniéndonos en cada rincón, espiando hacia su interior a través de las cristaleras y compartiendo el banco con un grupo de senderistas felices y otros visitantes que llegaron en automóvil. El joven compañero al que atraímos con cantos de sirena se pierde de las vistas espectaculares, ya que en lugar de sol, una densa neblina cubre el horizonte y nos priva del maravilloso juego entre agua y luz prometido. Regresando sobre nuestros pasos, pasamos por la clara entrada al sendero del Gr-92, recientemente restaurado, asegurado con una pila de piedras. Nos detenemos en los miradores, deleitándonos con las vistas a nuestro alrededor, tratando de no mirar hacia abajo para imaginar que los desechos dejados por botellones no existen, disfrutando las escaleras escondidas y pintorescas para retrasar nuestra entrada a la zona urbana. El hermoso Passeig dels Balmins nos consuela, con las aguas jugueteando con las rocas y la arena a nuestra izquierda, cortesía de la naturaleza, mientras a la derecha encontramos la ermita, el palacio y la iglesia, testimonios del trabajo humano. Nos mezclamos con locales y visitantes por las animadas calles, admirando los monumentos y edificios que adornan el Passeig Marítim. Una sorprendente imagen nos devuelve la esperanza en estos tiempos turbulentos, una paloma de la paz se posa en el cañón, como anunciando el fin de las hostilidades o al menos una larga tregua. Estos temas de actualidad nos mantienen ocupados y entretenidos, pero la pausa obligatoria para hidratarnos y alimentarnos llega a su fin, es hora de seguir adelante, un poco adormilados pero animados, regresando a la ciudad.

Una excursión diversa que combina bellos senderos, pistas amplias y, sobre todo, impresionantes vistas panorámicas. Es un recorrido idóneo para los aficionados al senderismo.

La salida tiene lugar en la estación de Renfe de Sitges. Descendemos hasta la platja de Sant Sebastià, pasando por la ermita de Sant Sebastià y el cementerio. Luego continuamos por una rotonda, giramos a la izquierda en dirección a otra rotonda y comenzamos a ascender por la Urbanización Montgavina hasta llegar a la Av. Trinitat. Desde allí, nos dirigimos al Mirador Levantina Sitges, donde podremos disfrutar de unas vistas espectaculares de Sitges. Posteriormente, tomamos el sendero que parte desde el mismo mirador, el GR-92, bien señalizado, ascendiendo 1,2 km hasta llegar a la Penya del Llamp. Aquí nos unimos a una pista forestal, giramos a la derecha y nos dirigimos a la Ermita de la Trinitat, siguiendo las indicaciones. Tras pasar una torre de telecomunicaciones, llegamos a la Ermita de la Trinitat, un lugar pintoresco con un mirador desde el que admirar unas vistas fantásticas. Ideal para hacer una parada y disfrutar de un almuerzo tranquilo.

Después de reponer fuerzas, continuamos por un sendero estrecho marcado con los colores del GR-92, descendiendo con cuidado debido a la pendiente pronunciada y la presencia de piedras sueltas. Cautelosos, descendemos hasta la fábrica de Cemento Uniland de Vallcarca. Posteriormente, ascendemos por la carretera de la Cementera, pasando dos veces bajo la autopista hasta encontrar la pista rural que nos lleva hasta la cumbre de la Penya dels Bover, rodeada de viñedos. En este entorno, encontramos diversas masías, como Ca l’Amell de la Muntanya, Can Robert y Can Fontanilles, cada una con su historia y particularidades.

Seguimos avanzando hasta llegar a Campdásens, con sus edificaciones históricas y su capilla utilizada como punto de vigilancia. Continuamos por el GR-92, descendiendo hacia Garrat por senderos panorámicos y llegando a la Font y el pozo de Can Lluça. Pasamos por las ruinas del Castellet de Garraf, un antiguo castillo documentado desde el siglo XI, antes de finalizar en Garraf. De aquí, seguimos las marcas del GR-92 por la montaña paralelas a la carretera, con vistas a la Casa Gaudí del Garraf. Continuamos con el mar a nuestra derecha hasta llegar al Port Ginesta y las playas de Castelldefels, atravesando un tramo empinado que requiere precaución. Finalmente, cruzamos la carretera, saltamos la valla y seguimos hasta el Port Ginesta, para finalizar en el apeadero de Renfe, Castelldefels Platja. Fin de la ruta.

Este recorrido lo realicé en compañía de mis amigos Manolito El Sherppa, Agutí y Llorenç.

22,81 km. 29/05/2018.