Desde la cima de la Loma del Infierno, se inicia una ruta que lleva al ascenso del Pico Los Reales (1.452 m.) desde la vertiente de Estepona, recorriendo los Arroyos del Infierno y del Abrón, conectando con el Paseo de los Pinsapos y el Sendero Los Realillos, para alcanzar finalmente el Pico Los Reales. El descenso se realiza hacia el Mirador de Salvador Guerrero, siguiendo la vereda del cortafuego de la Loma de Palomino, el Arroyo de la Cala y la pista forestal que nos devuelve al punto de partida. Esta ruta se encuentra en el Paraje Natural Los Reales de Sierra Bermeja.

Esta ruta completa la trilogía de ascensiones a Los Reales por senderos desde Casares, Genalguacil y Estepona. Desde un mirador en la carretera Estepona – Peñas Blancas, se obtiene una vista panorámica de la zona.

El punto de inicio se encuentra en un ramal abandonado cerca del Mirador del Ciclista, donde se puede aparcar varios coches. Desde aquí, se inicia la ascensión por un cortafuego con hermosas vistas hacia la Ensenada de Marbella, Sierra Blanca y Sierra Palmitera.

El recorrido atraviesa un pinar con un agradable sonido ambiente de la naturaleza, incluyendo saltos de agua y cantos de aves. Se vadean los Arroyos del Infierno y del Abrón, para luego unirse a la pista forestal que proviene del Puerto de Peñas Blancas.

Se sigue el clásico sendero del Paseo de los Pinsapos, que conduce al Pinsapar Los Reales, el mayor bosque de pinsapos en Sierra Bermeja. Pasando por la Fuente del Pinsapar, se llega al Cerro Los Realillos, con hermosas panorámicas hacia la Garganta del Algarrobo.

El Sendero Los Realillos conduce hacia la cúspide de Los Reales, ofreciendo vistas hacia La Maroma, Sierra Tejeda y Sierra Nevada. En el descenso, se llega al Mirador de Salvador Guerrero, desde donde se disfruta de una vista panorámica de 180º hacia la costa.

El camino desciende por la Loma de Palomino, atravesando un paisaje con cabras monteses y vistas hacia el Peñón de Gibraltar. Se sigue un sendero marcado con balizas y hitos, que finalmente lleva de regreso al punto de partida.

La flora destacada en la zona incluye pinos negrales, pinsapos, madroños, jaras, brezos, entre otros. En cuanto a la fauna, es posible avistar cabras monteses, corzos, aves rapaces y otras especies. El itinerario combina senderos terrizos, veredas rocosas y pistas pavimentadas, con un desnivel positivo de 875 m. y una duración total de 5 horas y 40 minutos.

El vídeo adjunto muestra un recorrido visual de la ruta, pero cabe mencionar que por cuestiones de derechos de autor, puede no estar disponible en dispositivos móviles.

En esta ocasión, nos adentramos en la vertiente sur de la Sierra Bermeja para explorar el Río Padrón, un recorrido similar al de los ríos Castor y Guadalmansa. Este río, que nace en Los Reales de Sierra Bermeja y desemboca cerca de la Punta del Castor, atraviesa las tierras bermejas, que adquieren su color rojizo por la descomposición de las peridotitas.

La ruta presenta una dificultad moderada debido a las rocas cubiertas de algas que dificultan el avance, obligando a asegurar cada paso y presentando riesgo de resbalones. Se recomienda usar botas de senderismo con buen agarre, protección solar, gorra y una muda completa.

El recorrido incluye pozas en las que el agua alcanza diferentes niveles, por lo que es aconsejable llevar un bote o bolsa estanca para proteger objetos personales. En futuras rutas, se planea explorar tramos adicionales del río, desde su nacimiento en Peñas Blancas hasta la Charca de la Extranjera.

Comenzamos la ruta con Fran, Inma, Irene y yo, avanzando por el río y superando diversas pozas y obstáculos naturales. En el trayecto, disfrutamos de espectaculares rincones y nos refrescamos en el agua, incluso interactuando con la fauna local.

Al llegar al puente, aprovechamos para tomar fotografías y disfrutar del entorno antes de regresar al punto de inicio. Para más información y rutas, visita el sitio web mencionado.

En esta ocasión, nos adentramos en la vertiente sur de la Sierra Bermeja para explorar el Río Padrón, un recorrido similar al de los ríos Castor y Guadalmansa. Este río, que nace en Los Reales de Sierra Bermeja y desemboca cerca de la Punta del Castor, atraviesa las tierras bermejas, que adquieren su color rojizo por la descomposición de las peridotitas.

La ruta presenta una dificultad moderada debido a las rocas cubiertas de algas que dificultan el avance, obligando a asegurar cada paso y presentando riesgo de resbalones. Se recomienda usar botas de senderismo con buen agarre, protección solar, gorra y una muda completa.

El recorrido incluye pozas en las que el agua alcanza diferentes niveles, por lo que es aconsejable llevar un bote o bolsa estanca para proteger objetos personales. En futuras rutas, se planea explorar tramos adicionales del río, desde su nacimiento en Peñas Blancas hasta la Charca de la Extranjera.

Comenzamos la ruta con Fran, Inma, Irene y yo, avanzando por el río y superando diversas pozas y obstáculos naturales. En el trayecto, disfrutamos de espectaculares rincones y nos refrescamos en el agua, incluso interactuando con la fauna local.

Al llegar al puente, aprovechamos para tomar fotografías y disfrutar del entorno antes de regresar al punto de inicio. Para más información y rutas, visita el sitio web mencionado.

Una nueva travesía anfibia por Sierra Bermeja nos lleva a explorar el río Padrón hasta llegar a la desembocadura del río Abrón, donde continuamos nuestra ruta.

El río Padrón tiene su origen en Los Reales de Sierra Bermeja y desemboca cerca de la Punta del Castor. Su recorrido atraviesa las tierras bermejas generadas por la descomposición de las peridotitas, otorgándoles su característico color rojizo.

En ciertos tramos, el lecho rocoso del río Padrón se encuentra cubierto de algas y verdín, lo que dificulta el avance y exige precaución en cada paso. Desde el comienzo de la ruta, nos sumergimos en el agua y en pocos metros alcanzamos la Charca de la Extranjera, donde el agua nos cubre por completo.

Continuando río arriba, pasamos por una serie de pozas antes de llegar a los Cahorros, un rincón de extraordinaria belleza en el paisaje. Más adelante, nos encontramos con un mar de piedras donde antes había un puente, el cual fue arrastrado por las riadas de años anteriores.

A pesar de que parezca que el agua se ha perdido, pronto volvemos a divisar el río. Progresamos a lo largo de 1,5 km y continuamos avanzando. Posteriormente, llegamos al río Abrón, un afluente del Padrón, y seguimos nuestro camino por su curso.

Las sucesivas pozas idílicas se van concatenando, sorprendiéndonos en cada paso que damos. Finalmente, decidimos regresar sobre nuestros pasos, disfrutando de cada tobogán y cada poza en el trayecto de regreso. Al llegar de nuevo al mar de piedras, tomamos un carril a la izquierda que nos conduce de vuelta al punto de partida.

Ruta fluvial que transcurre por un arroyo repleto de charcas, pozas y cascadas. El acceso a estos puntos es a menudo desafiante, ya sea saltando entre piedras o escalando grandes rocas, lo que la convierte en una ruta «Muy Difícil».

El recorrido de regreso parte desde el Vado marcado en el trazado, inicialmente por una pista y luego por senderos que descienden hasta el cauce. Desde allí, se atraviesa una antigua acequia en estado muy deteriorado y peligroso.

IMPORTANTE: En el recorrido no aparece, debido a inconvenientes técnicos, la parte final del sendero que conduce desde RTV Los Reales hasta el Pico de los Reales de Sierra Bermeja, aproximadamente 120 metros que están señalizados, por lo que seguirlos no supondrá ningún problema.

Este sendero es de tipo lineal, por lo que es necesario considerar el retorno hasta el punto de partida o, en su defecto, al descender, continuar por la pista asfaltada hasta llegar al estacionamiento junto al refugio.

Para llegar a este punto, se debe salir de Estepona por la carretera MA-8301 y al llegar al cruce con la Carretera de Genaguacil a Estepona, tomar la pista asfaltada, más estrecha, que asciende hasta el Refugio Agustin Lozano.

La carretera es frecuentada por ciclistas que se dirigen a este pico, por lo que se recomienda precaución tanto en la subida como en la bajada.

Es posible dejar el vehículo cerca de este Refugio, como hicimos en nuestro caso, o continuar por la carretera, dejando el refugio a la izquierda y siguiendo por la pista asfaltada hasta un aparcamiento más abajo.

Dependiendo de dónde se estacione el auto, se puede hacer el regreso por la pista asfaltada que asciende hasta RTV Los Reales, o si se deja en el estacionamiento, lo más conveniente es realizar la ruta de ida y vuelta por el mismo SL-A 168.

El Sendero del Mirador de Salvador Guerrero se conecta con este recorrido, el cual lleva hasta el mirador, punto de partida de este sendero local.

El kilómetro cero de la ruta se encuentra en el Mirador de Salvador Guerrero, al cual se accede por un sendero homónimo. Desde este punto, se inicia la ascensión con una ligera pendiente y terreno algo accidentado, por lo que se debe tener precaución en esta zona.

El sendero está adecuadamente señalizado y es fácilmente visible debido al tránsito de senderistas en la zona.

Se pasarán por varias cancelas o puertas de malla metálica y poste, que deben cerrarse adecuadamente para evitar la salida o entrada de animales del Paraje Natural de los Reales.

A lo largo del recorrido, se pueden observar cabras y ovejas, habituales en la zona y acostumbradas a la presencia de personas.

El trayecto se une a una pista asfaltada, que conduce a unos repetidores de RTV en la cima, donde se encuentran paneles y señales de otras rutas de la zona.

Al finalizar esta pista, a poca distancia, se llega al pico, marcando así el final del recorrido y el comienzo del regreso.

Comenzamos nuestro recorrido en la Plazoleta de Salvador Guerrero, donde un sendero de unos 500 metros nos guiará hacia el Mirador de Salvador Guerrero. Desde este punto privilegiado, en días claros, se puede apreciar África, el Estrecho de Gibraltar y gran parte de la Costa del Sol.

Justo antes de llegar al Mirador, una señal nos indica el camino del sendero SL-A 168 que nos conducirá hasta el pico de Los Reales, con una altitud de 1452 metros sobre el nivel del mar. A mitad del recorrido, unos 700 metros más adelante, el sendero se conecta con una pista asfaltada que lleva a los repetidores de telecomunicaciones en el pico de Los Reales.

Al finalizar la pista, unos escalones a la izquierda y un pequeño trozo de sendero nos llevan hasta la cumbre de Los Reales, ofreciendo unas vistas impresionantes de la zona.

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Ruta a la Charca de Las Nutrias en el Río Castor (Estepona).

Hoy Juan de Dios nos propone regresar a una ruta que atraviesa el cauce de un río, en este caso el Río Castor; que tiene su origen en la vertiente sur de Sierra Bermeja, su curso va de norte a sur, con un trazado poco sinuoso, casi perpendicular a la línea de la costa y paralelo a otros ríos como el Padrón, el Guadalmina y el Guadalmansa.

En nuestro recorrido encontramos dos zonas distintas; la primera parte transcurre sobre peridotitas, rocas que al erosionarse se desintegran, por lo que el río fluye entre materiales permeables, lo que explica su poca profundidad y amplitud del cauce, y en una segunda zona, de apenas 600 metros, donde el río atraviesa una zona de mármoles, rocas impermeables y solubles en determinadas condiciones. El agua va disolviendo la roca formando paredes verticales y acumulando agua en las depresiones debido a la impermeabilidad de la roca. Es aquí donde se crean las grandes charcas separadas por pequeñas cascadas. Un poco más arriba, después de cruzar la mayor «La Charca de las Nutrias», termina el afloramiento de mármoles y el valle se abre de nuevo sobre peridotitas, volviendo el lecho del río a su aspecto bajo.

Es importante tener en cuenta que avanzar por el río no es extremadamente complicado, pero tampoco es sencillo para aquellos menos acostumbrados; el suelo está compuesto por miles de cantos rodados, algunos de los cuales no están estables y se mueven al pisarlos, por lo que se debe prestar atención, especialmente a las piedras cubiertas de verdín que resbalan mucho y pueden causar caídas. Además, este río tiene tramos donde, dependiendo de la temporada, el agua puede alcanzar los 2 metros de altura, por lo que es recomendable llevar bolsas o contenedores estancos para proteger dispositivos electrónicos y alimentos.

Para comenzar desde Málaga hay dos opciones: si tomamos la autovía A-7, la abandonaremos una vez pasado el punto kilométrico 161 y por la autopista AP-7, en nuestra preocupación por ello, decidimos optar por esta última.

Abandonamos Málaga por la A-7 en dirección a Cádiz y solo cuando estamos en la circunvalación de Marbella es cuando tomamos la autopista AP-7 y tras pagar 5 € (en temporada alta) seguimos hasta el punto kilométrico 160 donde encontramos la Estación de Servicio Río Castor donde estacionamos el vehículo.

Una vez aparcados, en la valla de la zona del este, nos topamos con una puerta giratoria que nos permite acceder al carril paralelo a la autopista en dirección a Málaga, seguimos por él hasta la intersección 1, donde giramos a la izquierda y continuamos caminando, el carril es un poco polvoriento pero cómodo, pasamos por varios cortijos, primero el Cortijo de San Francisco y más adelante el Cortijo del Molino Alto.

A los 3 kilómetros de comenzar a andar nos encontramos frente a una puerta de entrada a una finca, justo a su derecha está la vereda que nos lleva al cauce del río, a nuestra izquierda una plantación de palmeras (cocos plumosos).

Una vez en el río, nos encontramos ante la primera gran charca formada por un dique que desvía el agua hacia una acequia a la izquierda, tenemos dos opciones; remontar el río o cruzarlo, nosotros optamos por un primer chapuzón, cruzarlo y seguir la senda.

Después de cruzar el río, seguimos por la izquierda y llegamos a la intersección 4, volvemos a tomar a la izquierda, continuando hasta que llegamos al final.

Hemos llegado al territorio de los mármoles, donde se forma la primera gran charca: «la Charca de la Piedra», paramos y decidimos cruzarla a nado, caminamos con cuidado por los mármoles resbaladizos hasta llegar a nuestro destino: La Charca de las Nutrias, un lugar singular y extraordinario que vale la pena visitar y darse un baño.

Tras disfrutar de la charca, decidimos bajar a la Charca de la Piedra, donde comemos y descansamos, luego bajamos a la primera charca para tomar otro baño y disfrutar de los chorros de agua que salen de la acequia como un spa relajante.

Regresamos por el mismo camino, aunque ahora el polvo del camino se hace más incómodo de llevar.

En total, la ida y vuelta es de unos 7,5 km.

Inicio de la ruta sin sombra cerca de la autopista, recorriendo carriles y sendas forestales entre jaras y vegetación mediterránea. Comenzamos en la avenida Los Reales, giramos hacia los llanos y ascendemos por la calancha de la Marimacho hasta llegar al puerto de la Madroña. Descendemos un tramo por la carretera y nos desviamos hacia el puerto del Puchero, para luego bajar por el cerro y tomar el desvío hacia el arroyo Juan Benitez, finalizando de nuevo en la avenida Los Reales.

La travesía nos llevará a visitar la Torre Vigía del Padrón, el Castillo de San Luís (actualmente en proceso de restauración), la Torre del Reloj, el Mausoleo Romano, el Museo Arqueológico, el faro de Punta Doncella y, finalmente, la Torre Vigía de Saladavieja.

Comenzamos el recorrido dejando el vehículo en la calle del Mare Nostrum, y nos dirigimos hacia el sur y luego hacia el este, hasta llegar a la primera torre que veremos en esta jornada: Torre Vigía del Padrón.

Esta torre se sitúa en los Jardines del Hotel Kempiski, junto a la playa y a la derecha de la desembocadura del Río del Padrón, que nace en Sierra Bermeja.

De planta circular, data de la segunda mitad del siglo XVI, cuenta con una habitación con chimenea y cúpula de ladrillos en su interior, así como una escalera y una terraza.

Algunas de estas torres vigía de Estepona cuentan con garita del siglo XIX y ladroneras orientadas hacia los cuatro puntos cardinales.

Presenta una estructura de mampostería de piedra bermeja, donde el ladrillo se usó principalmente para el hueco de ingreso.

Con forma troncocónica, una base de 7,35 m de diámetro y 12 m de altura, tiene una azotea de 5,30 m de diámetro. La torre presenta una inclinación de un 14 por ciento en sus muros.

La defensa y vigilancia se realizaba desde la azotea, que cuenta con una garita de finales del siglo XVIII.

Desde aquí, continuamos por el paseo marítimo, pasando por la exposición de esculturas del Avilés: Santiago de Santiago, una verdadera belleza para contemplar.

Llegamos al Castillo de San Luís, en el centro urbano de Estepona, en proceso de restauración y actualmente cerrado al público.

Fue en el siglo XVI cuando los Reyes Católicos ordenaron la construcción de este castillo, que reemplazó a la antigua fortificación árabe que dio origen al nombre de Estepona.

En el puerto, encontraremos el faro de Punta Doncella y a unos 700 metros más, la Torre Vigía de Salada Vieja.

La Torre de Saladavieja, ubicada en la urbanización Punta Doncella, es de similar construcción a la Torre Vigía del Padrón.

También de planta circular, data de la segunda mitad del siglo XVI y posee una habitación con chimenea, cúpula de ladrillos, escalera y terraza en su interior.

Al igual que la anterior, cuenta con una garita del siglo XIX y ladroneras orientadas hacia los cuatro puntos cardinales.

Su forma troncocónica y estructura de mampostería con piedra bermeja, hacen de esta torre una construcción robusta y bien conservada.

Su alcance visual llegaba a 8 km, 5 km hasta la Torre del Padrón y 3 km hasta la Torre de Arroyo Vaquero.