Ruta completa alrededor de la Sierra de la Utrera y su Torcal, partiendo desde el estacionamiento después del puente de la AP-7.

Siguiendo el camino, se llega a los Baños de La Hedionda, donde se puede disfrutar de un baño en sus aguas sulfurosas.

Continuando por el carril, se rodea la finca Molino de las Ánimas y se observa el Molino de la Chica.

Después se remonta el lecho seco del río Manilva y se llega al Molino de Cancón por un sendero a la derecha.

Se cruza un puente sobre el río Manilva y se sigue ascendiendo por la pista.

Al tomar una pista a la izquierda, se encuentra un sendero bien marcado que conduce al Torcal de la Utrera.

Descendiendo por un sendero a la izquierda, se llega al Llano de Gaínos rodeando el Torcal.

Finalmente, tras cruzar la carretera de Manilva a Casares, se vuelve al parking donde comenzó la ruta.

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Para empezar, debo mencionar que clasifico la ruta como complicada, pero únicamente debido a que el terreno, en ciertas partes del recorrido, es un poco escarpado, teniendo que caminar sobre piedras, trepar en algunos tramos o saltar para sortear agujeros entre las rocas.

Sin embargo, no representa ningún peligro, solo se debe tener precaución y cada persona puede ir a su propio ritmo, sin inconvenientes.

Dicho esto, la ruta que vamos a seguir hoy será una circular, comenzando en los Baños de la Hedionda.

Estos baños, conocidos como Baños de la Hedionda, son uno de los lugares históricos más importantes del macizo de la Utrera y de Casares en general.

Su peculiaridad como Baños Sulfurosos y su larga historia de uso por parte del ser humano desde tiempos remotos, han contribuido a enriquecer su importancia, no solo como hecho histórico y científico, sino como un elemento cultural de gran relevancia que ha influido en la herencia cultural del pueblo desde tiempos antiguos.

Los Baños tienen múltiples leyendas que intentan explicar su origen, siendo una de ellas una historia mágica y de creencias. Según esta leyenda, el demonio que habitaba en esas aguas exhaló su último aliento al ser expulsado por Santiago, dejando el olor a azufre en el agua.

Otra historia más popular atribuye un origen nobiliario: en el año 61 a.C., las tropas romanas acampadas en la zona se encontraban infectadas de sarna y encontraron alivio bañándose en esas aguas. Se dice incluso que Julio César se curó de una infección herpética y mandó construir los baños que todavía se conservan.

Es un hecho que desde los tratados geográficos más antiguos que mencionan al municipio de Casares, se destaca las propiedades curativas de la fuente de la Hedionda y su ubicación.

Más adelante, nos encontramos con las Pozas de la Paloma, una en la parte inferior y otra un poco más arriba llamada Poza del Infierno, requiriendo un poco de trepada en las rocas a la izquierda de la primera poza.

Vale la pena visitarlas con sus cascadas y formaciones rocosas tan particulares.

Continuamos nuestro camino adentrándonos en el Torcal de Utrera, una serie de formaciones cársticas que dan lugar a figuras curiosas, cuevas, arcos… un espectáculo regalado por la naturaleza y el paso de los años.

Esta zona es un poco difícil de caminar, ya que todo el recorrido se hace sobre piedra, con tramos de trepada y cuevas que se pueden explorar entrando al ras del suelo.

Seguimos nuestro camino de regreso por el Canuto de Utrera, otro lugar impresionante que no desmerece en absoluto a todo lo anteriormente mencionado.

De esta manera, llegamos finalmente a nuestro punto de partida, los aparcamientos.

Una ruta circular muy bella y variada, con un paisaje que es imperdible al menos una vez. Es recomendable hacerla con tranquilidad y cuidado, dadas las rocas del terreno, pero sin lugar a dudas, el esfuerzo vale la pena.

Para empezar, debo mencionar que clasifico la ruta como complicada, pero únicamente debido a que el terreno, en ciertas partes del recorrido, es un poco escarpado, teniendo que caminar sobre piedras, trepar en algunos tramos o saltar para sortear agujeros entre las rocas.

Sin embargo, no representa ningún peligro, solo se debe tener precaución y cada persona puede ir a su propio ritmo, sin inconvenientes.

Dicho esto, la ruta que vamos a seguir hoy será una circular, comenzando en los Baños de la Hedionda.

Estos baños, conocidos como Baños de la Hedionda, son uno de los lugares históricos más importantes del macizo de la Utrera y de Casares en general.

Su peculiaridad como Baños Sulfurosos y su larga historia de uso por parte del ser humano desde tiempos remotos, han contribuido a enriquecer su importancia, no solo como hecho histórico y científico, sino como un elemento cultural de gran relevancia que ha influido en la herencia cultural del pueblo desde tiempos antiguos.

Los Baños tienen múltiples leyendas que intentan explicar su origen, siendo una de ellas una historia mágica y de creencias. Según esta leyenda, el demonio que habitaba en esas aguas exhaló su último aliento al ser expulsado por Santiago, dejando el olor a azufre en el agua.

Otra historia más popular atribuye un origen nobiliario: en el año 61 a.C., las tropas romanas acampadas en la zona se encontraban infectadas de sarna y encontraron alivio bañándose en esas aguas. Se dice incluso que Julio César se curó de una infección herpética y mandó construir los baños que todavía se conservan.

Es un hecho que desde los tratados geográficos más antiguos que mencionan al municipio de Casares, se destaca las propiedades curativas de la fuente de la Hedionda y su ubicación.

Más adelante, nos encontramos con las Pozas de la Paloma, una en la parte inferior y otra un poco más arriba llamada Poza del Infierno, requiriendo un poco de trepada en las rocas a la izquierda de la primera poza.

Vale la pena visitarlas con sus cascadas y formaciones rocosas tan particulares.

Continuamos nuestro camino adentrándonos en el Torcal de Utrera, una serie de formaciones cársticas que dan lugar a figuras curiosas, cuevas, arcos… un espectáculo regalado por la naturaleza y el paso de los años.

Esta zona es un poco difícil de caminar, ya que todo el recorrido se hace sobre piedra, con tramos de trepada y cuevas que se pueden explorar entrando al ras del suelo.

Seguimos nuestro camino de regreso por el Canuto de Utrera, otro lugar impresionante que no desmerece en absoluto a todo lo anteriormente mencionado.

De esta manera, llegamos finalmente a nuestro punto de partida, los aparcamientos.

Una ruta circular muy bella y variada, con un paisaje que es imperdible al menos una vez. Es recomendable hacerla con tranquilidad y cuidado, dadas las rocas del terreno, pero sin lugar a dudas, el esfuerzo vale la pena.

Ubicados en un pintoresco lugar a la orilla del río Manilva, rodeado de árboles de ribera, se encuentran estos baños donde se dice que Julio César se curó de un mal de herpes al sumergirse en sus aguas.

A pocos metros de los baños, sobre el río Manilva, se halla el Puente Acueducto de los Baños, construido en el siglo XVI y conservado en excelente estado.

Por otro lado, los Baños de la Hedionda, de origen romano y remodelación árabe, albergan aguas sulfurosas con fuerte olor a azufre que emergen en la margen derecha del río. Protegido por un recinto cuadrado con bóveda esférica y dos bóvedas de cañón, este manantial cuenta con escaleras y galerías excavadas en el nacimiento.

Según la leyenda, en este lugar el Diablo exhaló su último aliento tras ser expulsado por Santiago, lo que explica el olor característico de las aguas.

Estos baños son de acceso público y gratuito, con una temperatura constante de alrededor de 21ºC durante todo el año. Se recomienda estacionar en la zona de parking habilitada por el ayuntamiento, ya que está prohibido hacerlo en el carril junto a los baños.

Es importante recordar que, aunque los Baños de la Hedionda se encuentren en el término municipal de Casares, el acceso se realiza desde la localidad de Manilva.

Por último, se destaca que durante las obras realizadas en agosto de 2016 se mejoraron las pozas naturales de baño, creando nuevas pozas para reducir la cantidad de usuarios en el interior de la cúpula, instalando nuevas escaleras y pasamanos para facilitar el acceso.

Se pide a los visitantes que protejan este lugar histórico y eviten arrojar basura en sus alrededores, ya que se trata de un sitio protegido por su patrimonio histórico.

Para más rutas, visita el blog GPS Malaga y la página de Facebook GPS Malaga.

DETALLES DE LA RUTA

– Longitud: 10,68 km.

– Nivel de dificultad: MODERADO ALTO (puede ser desafiante para personas sin preparación).

– Duración: 6 horas 19 minutos con descansos.

– Tipo: circular.

– Desnivel: 357 m. Altitud más baja junto al Río de Manilva al comienzo de la ruta (41 m); y la más alta en la angarilla-collado de la carretera A-377 (330 m)

– Terreno: caminos, senderos, terreno rocoso y asfalto.

– Permiso: no es necesario.

– Recomendaciones: GPS, guía experimentado y adecuada preparación física y técnica (especialmente para acceder a la Cueva Hedionda 1 y llegar a las pozas del Manilva). Evitar realizar la excursión en días calurosos.

RESUMEN

Ruta circular impresionante, de nivel moderado alto, por el área de la Sierra de la Utrera, en el municipio de Casares (Málaga). Recorremos los Baños de la Hedionda, la Cueva Hedionda I, los charcos de la Paloma y del Infierno en el Río de Manilva, el Norte y Oeste del Complejo Kárstico de la Sierra de la Utrera, y el Canuto de la Utrera. También podemos seguir la Ruta de los Molinos entre Manilva y Casares y alrededor del karst de la Sierra de la Utrera (Málaga).

DESCRIPCIÓN

Para iniciar la ruta, llegamos al Norte de Manilva y tomamos el Camino los Baños, que pasa por debajo del Viaducto de la AP-7. Después de un tramo asfaltado con fuerte descenso, entramos en una pista terriza, que nos lleva al Aparcamiento de los Baños de la Hedionda.

Iniciamos la caminata hacia el Norte por la pista mencionada, dejando el Río de Manilva a nuestra derecha. Poco más adelante, dejamos a la izquierda el desvío al Canuto de la Utrera y pasamos por la Ermita de San Adolfo. Continuamos cerca de unas edificaciones semiabandonadas, donde unos azulejos en la fachada indican su antigua función como «BAÑOS DE LA HEDIONDA».

Cuando llegamos al núcleo de los Baños de la Hedionda, vemos una edificación semirectangular por fuera; por dentro, una construcción cuadrada y abovedada de época romana, que cubre la piscina del manantial. Construida en el siglo I a. C., con mortero romano, piedras y ladrillos macizos. Las aguas sulfurosas y ferruginosas tienen propiedades terapéuticas, emanan a 21? y discurren hacia el Río de Manilva formando pequeñas pozas y rápidos. Bajando por un sendero entre las cañas, se encuentra un puente-acueducto del siglo XVI.

Continuamos remontando el Cañón del Río de Manilva, tomando el camino de la izquierda en una bifurcación y subiendo por un sendero hasta la entrada de la Cueva Hedionda I (o Cueva Vieja). La cueva posee estalactitas, estalagmitas, columnas, entre otras formaciones. Después, bajamos al camino principal y pasamos por las ruinas del Molino de la Chica.

Seguimos por el cauce seco del Río de Manilva, avanzando entre adelfas y piedras, hasta llegar al Charco de la Paloma y luego al Charco del Infierno. Desde allí, regresamos por el cauce hasta el Sendero de subida y disfrutamos de vistas panorámicas de los charcos.

Continuamos hasta las ruinas del Molino del Cancón, cruzamos un puente metálico y ascendemos por El Calero, con vistas a Casares, Sierra Crestellina y Sierra Bermeja. Giramos hacia los senderos de las torretas eléctricas, ascendiendo con vistas al karst de la Utrera. Descendemos hasta el Llano de Gaínos y después subimos al collado más alto del día (330 m), saliendo a la A-377 y recorriendo una parte de carretera.

Luego tomamos el camino que nos lleva al Canuto de la Utrera, descendemos por este cañón disfrutando de las panorámicas y llegamos nuevamente al cruce del Canuto de la Utrera con el Camino de Los Baños de la Hedionda.

Notas

1. La Sierra de la Utrera presenta interesantes formaciones kársticas y cuenta con valores geológicos y medioambientales significativos, aunque se ve amenazada por la actividad humana, como una cantera de áridos.

2. Entre Julio y Septiembre, es necesario reservar entradas para los Baños de la Hedionda a través del Ayuntamiento de Casares.

3. Agradecemos la información proporcionada por distintas fuentes sobre los puntos de interés de la ruta y la geología de la Sierra de la Utrera.

4. Se incluyen mapas de la ruta y se mencionan otros tracks por la zona en alltrails.

Exploramos el Cañón de la Utrera, recorriendo su parte más frondosa y cerrada. Esta formación kárstica se encuentra en la Sierra de la Utrera, entre Manilva y Casares, en la provincia de Málaga. Está compuesta por rocas cálcicas como calizas nodulosas y oolíticas. El paisaje se caracteriza por 3 valles encajados y paralelos a la costa, conocidos como canutos, junto a un cuarto más abierto. En esta zona también se encuentran los Baños de la Hedionda, donde podemos disfrutar de sus aguas sulfurosas medicinales.

Estos baños, ubicados en la margen derecha del río Manilva, cuentan con una larga historia que incluye la creencia de que Julio César se curó de un mal de herpes sumergiéndose en ellas. Cerca de los baños, sobre el río Manilva, se erige el Puente Acueducto de los Baños, una estructura del siglo XVI en excelente estado de conservación. El manantial de estas aguas sulfurosas, con su característico olor a azufre, se encuentra protegido por un recinto cuadrado con bóvedas. Además, nuestro recorrido nos lleva a través de galerías excavadas en el nacimiento de estas aguas.

Para conocer más rutas como esta, puedes visitar el blog GPS Málaga. No olvides seguir su página de Facebook, suscribirte a su canal de YouTube y seguirlos en Instagram para estar al tanto de todas las novedades.

Una agradable excursión circular por la Sierra de la Utrera te espera entre Manilva y Casares, en la provincia de Málaga. Durante el recorrido, en un día bastante caluroso, tendrás la oportunidad de atravesar el impresionante Cañón de la Utrera con sus llamativas formaciones kársticas, visitar los antiguos baños romanos de la Hedionda con sus aguas sulfurosas, ascender a la Cueva Hedionda 1 para disfrutar de unas magníficas vistas de Casares, entre otras cosas.

Para iniciar la ruta, tomamos un desvío desde la A-377 hasta el aparcamiento del Sendero de la Utrera. Desde allí, iniciamos el descenso hacia el oeste por el espectacular Cañón de la Utrera, siguiendo el lecho seco del Arroyo de la Utrera, un afluente del Río Manilva. Las paredes verticales del cañón y sus hermosas formaciones calcáreas esculpidas por la acción de los agentes geológicos a lo largo del tiempo nos dejarán sin aliento.

Al llegar al Río Manilva, giramos hacia el norte y pasamos junto a la Ermita de San Adolfo. Siguiendo el curso del río, llegamos a las pozas sulfurosas de los Baños de la Hedionda, cuyas aguas han sido utilizadas con propósitos curativos desde la época romana y han sido objeto de interés para diversas culturas a lo largo de la historia.

Desde allí, ascendemos por un pequeño sendero que nos lleva a la encantadora Cueva de la Hedionda 1, donde quedaremos maravillados por sus formaciones calcáreas de estalactitas, estalagmitas y columnas. Aunque no estamos preparados para una exploración profunda, la belleza de la cueva hace que la visita merezca la pena.

Continuamos nuestro camino hacia el norte, cruzando el Manilva varias veces a medida que avanzamos. Antes de llegar a la Poza de la Paloma, ascendemos por el lado derecho hasta un impresionante mirador sobre el Cañón del Manilva, con sus grandes bloques de caliza y formas caprichosas.

Seguimos ascendiendo hasta otro mirador situado por encima de la Charca del Infierno, pasando junto a las ruinas del Molino del Cancón, que nos transportan a otra época. Cruzamos el Río Manilva por un puente metálico y continuamos nuestra ruta hacia el noroeste y oeste, disfrutando de las hermosas vistas panorámicas de Casares desde una pista cercana a la carretera A-377, por la cual regresamos finalmente hacia nuestros vehículos.

Nos desplazamos a Casares para seguir la ruta, específicamente hacia el río Manilva.

Se trata de una ruta fácil de completar y al regresar tenemos la oportunidad de nadar y disfrutar del barro. Los conocidos Baños de la Hedionda son uno de los puntos históricos más destacados del macizo de la Utrera y de Casares en general.

Su peculiaridad como Baños Sulfurosos y su larga historia de uso por parte del ser humano desde tiempos antiguos han enriquecido su papel no solo como realidad histórica y científica, sino también como un elemento cultural crucial que ha tenido influencia en la cultura del pueblo desde tiempos remotos.

Los baños están envueltos en muchas leyendas que intentan explicar su origen. Una de ellas incluye elementos mágicos y de creencias típicos en estos casos: se cuenta que el demonio que vivía en estas aguas exhaló su último aliento al ser expulsado por Santiago, lo que dio al agua su característico olor a azufre.

Esta leyenda es recogida por varios autores, algunos de los cuales introducen ciertas variaciones. Sin embargo, la más popular es la que atribuye un origen noble y histórico: en el año 61 a.C., se dice que las tropas romanas acampadas en la zona se curaron de sarna al bañarse allí.

Sea como sea, la importancia histórica de los baños viene dada por el complejo termal, inicialmente de origen romano en su construcción y adaptación al uso de la fuente. Remodelaciones posteriores realizadas por los árabes muestran alteraciones en su estructura, que se han conservado en parte hasta la actualidad.

A pesar de que los restos encontrados puedan parecer menos impresionantes que las construcciones romanas típicas, los estudios realizados indican que estos baños tienen un origen romano, aunque con algunas modificaciones en su estructura original.

Siguiendo una ruta similar a la de REYJE, pero con una variante que incluye la subida a la parte alta de la sierra para explorar el escondido torcal.

Es importante tener en cuenta que en la parte del torcal puede resultar fácil perderse, ya que existen numerosas sendas y pocas señales de pintura verde que indiquen el camino.

Para más información sobre esta ruta, puedes visitar los siguientes enlaces:

– http://www.rutasyfotos.com/2014/01/torcal-y-sierra-de-la-utrera.html

– http://casareswalks.eu/doc-files/Fantastic%20Forms_Sp.pdf

En la estación de la primavera, se puede realizar una ruta que podría estar inundada, se deja el vehículo en un terreno sin edificar a la izquierda. Se sigue el camino y se gira a la derecha para observar un antiguo acueducto romano. Un poco más adelante, se encuentran los baños de Hedionda, reconocidos por sus aguas sulfurosas de tonalidad verdosa y un aroma particular. Se continúa hasta tomar un camino a la izquierda, se pasa por un molino en ruinas y se atraviesa una propiedad privada rodeándola por el lado derecho. Se avanza por el arroyo hasta llegar a la charca de las palomas que actualmente se encuentra seca, se asciende hasta la charca del infierno que presenta cierta dificultad debido a las grandes rocas en el camino. Para superar esta charca, se halla un tramo bastante complicado que se puede atravesar gracias a los puestos de estribos, cadenas y clavos en las rocas. Se debe tener precaución, ya que las rocas son resbaladizas y en esta charca hay agua estancada. Se continúa hasta encontrar un sendero a la derecha que lleva a un pequeño camino, donde se puede decidir entre tomar a la derecha para regresar a los baños o girar a la izquierda para rodear la sierra de la Utrera, opción que se ha elegido en esta ocasión. Se cruza el arroyo por un vado con cierta cantidad de agua, se sigue un camino en constante ascenso que resulta algo agotador, hasta llegar a una carretera que se toma hacia la izquierda por el arcén, hasta llegar al cruce del canuto de la Utrera. Se toma este camino para adentrarse en el canuto, donde es necesario descender por el arroyo y se encuentran tramos de calzada empedrada y un torcal con formas espectaculares, hasta retornar al camino de inicio.