Hace poco tiempo, Chaves se encontraba conectada al río Duero a través de la Linha do Corgo.

La Línea del Corgo era una ruta de tren que unía Chaves y Régua, en Portugal, inaugurada el 1 de abril de 1910 y finalizada el 28 de agosto de 1921. El tramo entre Vila Real y Chaves cerró en 1990, y la conexión entre Régua y Vila Real fue desactivada en 2009, finalizando su cierre en 2010.

Aún se conservan restos de las estaciones de esta línea férrea, como la estación de Tâmega en Chaves, que alberga una máquina de vapor y un vagón de la misma época.

También se mantienen las plataformas y trincheras utilizadas por el tren en su recorrido, aunque van desapareciendo entre la maleza.

Esta ruta permite conocer la antigua línea de tren, recorrer la Ecovía del Tâmega y del Corgo, y acercarse a la capilla de San Sebastián de A Granjinha, una joya del románico portugués.

Ubicada cerca del Alto do Cando, la capilla tiene una portada interesante con restos de la época romana y altomedieval. Reconstruida en 1980, data originalmente del siglo XIII.

Aunque la ruta no está señalizada, al llegar al Alto do Cando es recomendable descender hacia el río por la derecha para evitar confusiones en el camino.

El recorrido, mayormente llano o en descenso, transcurre por carreteras y pistas de tierra, rodeado de naturaleza, cantos de pájaros y antiguos molinos de río abandonados.

A pesar de ser una ruta algo extensa, una vez alcanzado el alto, el camino es mayormente fácil y apacible.

La localidad portuguesa de Chaves se encuentra en una ubicación privilegiada que a lo largo de la historia ha sido testigo del paso de diversas culturas que atravesaron la península ibérica. En sus tierras se pueden encontrar restos arqueológicos que datan desde el Paleolítico hasta el Neolítico. Los romanos quedaron fascinados por sus aguas termales y decidieron establecerse en este lugar.

Su legado histórico es amplio, desde el tradicional «Pelourinho» (símbolo del poder otorgado por el rey al pueblo para frenar los abusos de la iglesia y la nobleza) hasta edificios institucionales como la Santa Casa de la Misericordia. En Chaves se pueden apreciar elementos arquitectónicos de todas las épocas pasadas, como las casas con amplios balcones.

Parte del casco histórico se encuentra en mal estado, pero se está trabajando en su recuperación gradualmente. Después de ser reconquistada dos veces a los musulmanes, la ciudad comenzó a conocerse como Chaves debido a los nobles de la familia Chávez que gobernaban la región.

Chaves combina lo antiguo con lo contemporáneo, brindando un paseo por sus calles muy relajante y lleno de encanto. Posee una Torre del Homenaje y dos fortalezas militares en excelente estado. En la ciudad se pueden visitar diversas iglesias y capillas, así como el impresionante puente de Trajano y otras atracciones como las termas, las poldras, la Ecopista y la ciclovía que recorren ambas orillas del río Tâmega.

El recorrido es muy sencillo y apenas tiene desniveles, se recomienda llevar un gorro para protegerse del Sol debido a la escasez de sombras.

La localidad portuguesa de Chaves se encuentra en una ubicación privilegiada que a lo largo de la historia ha sido testigo del paso de diversas culturas que atravesaron la península ibérica. En sus tierras se pueden encontrar restos arqueológicos que datan desde el Paleolítico hasta el Neolítico. Los romanos quedaron fascinados por sus aguas termales y decidieron establecerse en este lugar.

Su legado histórico es amplio, desde el tradicional «Pelourinho» (símbolo del poder otorgado por el rey al pueblo para frenar los abusos de la iglesia y la nobleza) hasta edificios institucionales como la Santa Casa de la Misericordia. En Chaves se pueden apreciar elementos arquitectónicos de todas las épocas pasadas, como las casas con amplios balcones.

Parte del casco histórico se encuentra en mal estado, pero se está trabajando en su recuperación gradualmente. Después de ser reconquistada dos veces a los musulmanes, la ciudad comenzó a conocerse como Chaves debido a los nobles de la familia Chávez que gobernaban la región.

Chaves combina lo antiguo con lo contemporáneo, brindando un paseo por sus calles muy relajante y lleno de encanto. Posee una Torre del Homenaje y dos fortalezas militares en excelente estado. En la ciudad se pueden visitar diversas iglesias y capillas, así como el impresionante puente de Trajano y otras atracciones como las termas, las poldras, la Ecopista y la ciclovía que recorren ambas orillas del río Tâmega.

El recorrido es muy sencillo y apenas tiene desniveles, se recomienda llevar un gorro para protegerse del Sol debido a la escasez de sombras.

Para esta segunda etapa he elegido recorrer el Camino Portugués del Interior. Es un trayecto fácil, donde la mitad es camino y el resto carretera. Es importante tener en cuenta que las fuentes de agua que hay en el camino no funcionan.

Durante mi estancia, me hospedé en el Bar Restaurante MARIO, donde la comida es excelente. ¡Salud y paz para todos!

Exploración de la zona antigua que nos da la oportunidad de descubrir los sitios más representativos de esta localidad portuguesa.

Esta fue mi primera experiencia en esta andaina, aunque me hubiera gustado participar en el trail, no pude hacerlo debido a problemas físicos. Sin embargo, espero poder repetir la experiencia en el futuro.
Puedes ver todas las fotografías capturadas en el siguiente link.

Fue una jornada gratificante, llena de emociones y nuevos retos por superar. A pesar de las dificultades, disfruté al máximo esta oportunidad.
La próxima vez, espero poder unirme al trail y vivir esa experiencia al máximo.

El recuerdo de este evento quedará grabado en mi memoria por mucho tiempo.
Los paisajes y momentos compartidos quedarán marcados en mi corazón.
7Te invito a explorar las fotos y a revivir conmigo esos instantes inolvidables.

Itinerary: Agapitos / Moinho-Curalla
The trek follows the path of the Tâmega River, offering stunning views along the way.

El inicio de esta ruta se encuentra junto al Museo de Arte Contemporáneo Nadir Afonso. Después de una hora de visita al museo, comenzamos a caminar unos 700 metros por la carretera PR-11CHV. En el camino nos encontramos con el puente Romano de Trajano, luego giramos a la derecha para llegar al centro de la ciudad. Tomamos la calle a la derecha para llegar al castillo, donde podemos visitar el Museo, la Iglesia Matriz y el Museo de Armas ubicado en la torre del castillo. Descendemos hacia las Termas para experimentar las aguas calientes a unos 76º en la fuente del pueblo. Desde allí nos dirigimos de regreso al punto de partida.

Paseo placentero a lo largo del río Támega. Comenzando en el centro de Chaves y cruzando hacia la orilla izquierda, el camino discurre por una amplia senda de tierra, rodeada de vegetación de ribera. De ida y vuelta, la ruta abarca casi diez kilómetros que se recorren fácilmente.

El origen de Chaves, cuyo significado es llave, se debe a su ubicación como puerta de entrada histórica a Portugal, a tan solo 10 kilómetros de la frontera con España. La historia de la ciudad está marcada por su posición estratégica y sus fértiles alrededores, que la han llevado a enfrentarse a distintos pueblos a lo largo del tiempo, como los romanos, visigodos, moros, franceses y españoles. Por ello, sus principales atractivos son sus imponentes fortificaciones y monumentos históricos.

Hoy en día, Chaves destaca por sus reconocidos balnearios termales. Las caldas, conocidas desde la época romana por sus propiedades curativas, son manantiales de agua caliente (73 ºC) resultado de un extraño fenómeno geológico sin evidencias de actividad volcánica en la zona. Tras su reciente renovación, los balnearios han evolucionado en un moderno complejo termal con un frondoso parque verde cerca y numerosos bares populares durante el verano.

GUÍA CONOCIENDO CHAVES