Comenzamos el recorrido desde el Carril de La Acedía para ascender al Pico Los Reales (1.452 m.) desde la vertiente de Casares, rodeando el Monte del Duque por el Puerto del Chaparral, remontando la Loma de la Barra hacia el Pinsapar de la Mujer y enlazando con el Sendero Los Realillos, todo ello en el Paraje Natural Los Reales de Sierra Bermeja.

Estacionamos el vehículo junto a una balsa y un helipuerto forestal, desde donde partimos hacia el sendero que nos llevará en un suave ascenso. Este sendero, que en su día fue un ancho camino forestal, cuenta con unas vistas panorámicas impresionantes desde el primer momento, especialmente hacia el Campo de Gibraltar y la Costa del Sol.

A lo largo del recorrido, atravesamos la Garganta de los Azores, con gran cantidad de agua en esta época del año. En esta vertiente se pueden observar zonas afectadas por incendios pasados, pero también áreas de bosque intactas, como el Monte del Duque, donde se pueden avistar diversas especies de animales.

Continuamos ascendiendo por el sendero, disfrutando de las vistas hacia Sierra Crestellina, hasta enlazar con el Carril de la Gloria, una pista forestal que rodea la vertiente norte de Sierra Bermeja y que nos ofrece nuevas panorámicas hacia el Valle del Genal, el Macizo de Líbar y la Serranía de Ronda.

El recorrido sigue por esta pista forestal de acceso restringido, revelando la belleza de la vegetación y permitiéndonos vadear gargantas con agua abundante. A medida que avanzamos, se pueden avistar las cumbres de la Sierra del Hacho de Gaucín.

Finalmente, continuamos ascendiendo por el sendero que nos llevará a la cima de Los Reales, pasando por el coqueto Pinsapar de la Mujer y disfrutando de las vistas sobrecogedoras desde el Pico Los Reales, con su vértice geodésico.

El regreso se realiza desandando nuestros pasos, con la posibilidad de combinar con otro vehículo estacionado en el Refugio de Los Reales. A lo largo de la ruta, es posible avistar una variedad de especies de flora y fauna, incluyendo cabras monteses, corzos, jabalíes, aves rapaces y mucho más.

En resumen, se trata de una ruta exigente pero gratificante, en la que se puede disfrutar de la naturaleza en estado puro y de vistas panorámicas impresionantes.

El inicio del recorrido transcurre por una pista pavimentada que se convierte en tierra una vez que se aleja de las propiedades privadas. Existe la posibilidad de subir al Pico Las Chapas (943 m), la cima más alta de la sierra, superando al Pico Casares (906 m), a pesar de que este último pueda parecer más elevado. Este lugar se encuentra en el Paraje Natural Sierra Crestellina.

La desviación opcional para ascender al pico se considera de dificultad moderada, ya que requiere el uso de las manos para escalar un poco al final, además de descender con precaución debido a las rocas sueltas. En cierto punto, el sendero desaparece, por lo que es importante prestar atención a los hitos de piedra que marcan el camino. Por lo demás, la ruta es bastante sencilla y está señalizada como «Sendero Crestellina Natural». La duración total fue de 4 horas y 10 minutos, con algunas paradas incluidas.

Se recomienda llegar hasta el Mirador del Castillón, también conocido como Mirador de la Cosalba, desde donde se puede observar el vuelo de los buitres leonados, con una colonia muy numerosa. Desde este mirador, se disfruta de vistas panorámicas de la Costa del Sol hasta Gibraltar.

Además, puede ser interesante explorar las rutas cercanas, como la Ruta Crestería de Sierra Crestellina, la Ruta Pico Los Reales desde la Garganta del Algarrobo, la Ruta Torcal y Canuto de la Utrera – Baños de la Hedionda – Río Manilva, la Ruta Pico Los Reales desde la Loma del Infierno, la Ruta Sierra del Hacho de Gaucín – Garganta de las Palas [versión corta], la Ruta Pico Los Reales desde La Acedía, la Ruta Pico Los Reales por el Sendero Los Realillos y el Paseo de los Pinsapos, y la Ruta Sierra del Hacho de Gaucín – Garganta de las Palas [versión integral].

El inicio del recorrido transcurre por una pista pavimentada que se convierte en tierra una vez que se aleja de las propiedades privadas. Existe la posibilidad de subir al Pico Las Chapas (943 m), la cima más alta de la sierra, superando al Pico Casares (906 m), a pesar de que este último pueda parecer más elevado. Este lugar se encuentra en el Paraje Natural Sierra Crestellina.

La desviación opcional para ascender al pico se considera de dificultad moderada, ya que requiere el uso de las manos para escalar un poco al final, además de descender con precaución debido a las rocas sueltas. En cierto punto, el sendero desaparece, por lo que es importante prestar atención a los hitos de piedra que marcan el camino. Por lo demás, la ruta es bastante sencilla y está señalizada como «Sendero Crestellina Natural». La duración total fue de 4 horas y 10 minutos, con algunas paradas incluidas.

Se recomienda llegar hasta el Mirador del Castillón, también conocido como Mirador de la Cosalba, desde donde se puede observar el vuelo de los buitres leonados, con una colonia muy numerosa. Desde este mirador, se disfruta de vistas panorámicas de la Costa del Sol hasta Gibraltar.

Además, puede ser interesante explorar las rutas cercanas, como la Ruta Crestería de Sierra Crestellina, la Ruta Pico Los Reales desde la Garganta del Algarrobo, la Ruta Torcal y Canuto de la Utrera – Baños de la Hedionda – Río Manilva, la Ruta Pico Los Reales desde la Loma del Infierno, la Ruta Sierra del Hacho de Gaucín – Garganta de las Palas [versión corta], la Ruta Pico Los Reales desde La Acedía, la Ruta Pico Los Reales por el Sendero Los Realillos y el Paseo de los Pinsapos, y la Ruta Sierra del Hacho de Gaucín – Garganta de las Palas [versión integral].

Desde el Puerto de Las Viñas, se plantea una ruta que implica la subida al Pico Las Chapas (943 m.), para luego recorrer la cresta hasta llegar al Pico Casares (906 m.), y finalmente descender por un camino forestal que nos llevará de vuelta al punto de inicio. Este camino cuenta con un tramo mixto pavimentado-terroso de poco más de 3 km. desde el pueblo de Casares, siendo accesible para turismos. La distancia total de la ruta es de aproximadamente 8 km., pero el desafío radica en la dificultad del terreno rocoso, característico de la Sierra Crestellina.

Es importante tener en cuenta que, a pesar de ser calificada como difícil, no implica un desafío inalcanzable. A lo largo de los 2 km. de cresta, es posible que sea necesario utilizar las manos en ciertas trepadas y saltos entre las rocas calizas. Destacando el punto marcado como «Paso delicado», en el cual se requerirá equilibrio y ausencia de vértigo para superarlo. A lo largo de la ruta se disfrutarán de espectaculares vistas de la Sierra de las Nieves, Sierra Bermeja, Costa del Sol, Gibraltar y la costa africana, entre otros.

Se recomienda vestir pantalón largo para protegerse de la maleza que se atraviesa en el camino. Una vez superado el Pico Casares, el descenso es pronunciado y espinoso, aunque los hitos de piedra ayudarán a conectar con el sendero de regreso, transitando a través de un bello pinar de bajo porte.

Otras rutas cercanas para explorar incluyen la Ruta Pico Las Chapas desde Casares, la Ruta Pico Los Reales desde la Garganta del Algarrobo, la Ruta Torcal y Canuto de la Utrera – Baños de la Hedionda – Río Manilva, la Ruta Pico Los Reales desde la Loma del Infierno, la Ruta Sierra del Hacho de Gaucín – Garganta de las Palas [versión corta], la Ruta Pico Los Reales desde La Acedía, la Ruta Pico Los Reales por el Sendero Los Realillos y el Paseo de los Pinsapos, y la Ruta Sierra del Hacho de Gaucín – Garganta de las Palas [versión integral].

Para iniciar la ruta más cercana a la Sierra, sugerimos llevar el automóvil más allá del puerto de Las Viñas, subiendo por el carril que parte del pueblo. Durante el trayecto, pasaremos por la fuente de la Arquita o Arqueta (1783) y encontraremos dos lugares donde podemos estacionar el vehículo. A lo largo de esta pista, predominantemente de cemento, encontraremos algunos escalones que debemos atravesar con precaución, especialmente si el coche es de baja altura.

La ruta no presenta más desafíos que las constantes subidas y bajadas del carril. Sin embargo, en un punto determinado, la vereda se pierde momentáneamente (se indica en el mapa) y es necesario buscar una conexión con el carril inferior. Gracias a la ayuda de un cabrero que encontramos en la zona, logramos retomar el camino, que se ve interrumpido por vallas, muros y arbustos.

Al final del recorrido, recomendamos acercarse a la entrada de la finca Monte del Duque, donde los ciervos y jabalíes deambulan libremente hasta que se escucha algún disparo (se trata de una zona de caza, por lo que es importante mantenerse en el carril principal con precaución). En este lugar, encontramos varias casas en ruinas (una de las cuales es un molino de aceite de tipo «sangre»), así como lujosos cortijos y pabellones de caza pertenecientes a los actuales propietarios, que serán explorados en otra ruta.

¿Es recomendable realizar esta ruta con niños? Si los niños están acostumbrados a caminar, sí. Una buena oportunidad para descansar, comer o jugar se presenta al llegar al refugio, donde hay una mesa en el porche. Si se prefiere evitar el riesgo de perderse en los senderos del camino inferior, se puede regresar por el mismo carril después de visitar el refugio y el mirador del Castillón, que ofrece unas vistas espectaculares. No olviden mirar hacia arriba para contar los buitres que anidan en esta Sierra.

En un principio tuvimos dudas sobre si subir en coche por la pista hasta el Puerto de Las Viñas y realizar la versión más corta de la circular, que incluso con la visita al Mirador, tiene una longitud inferior a los ocho kilómetros. O, por otro lado, estacionar en la salida del Pueblo, donde suele haber espacio libre, y optar por una ruta más larga. Consistente en caminar por la pista de subida al inicio y al final, el Sendero Crestellina Natural y descender por el Refugio hasta el punto de inicio en la Carretera A-7150. Para luego retornar al centro del Pueblo donde habíamos estacionado el coche.

El hecho de que fuera temprano y contáramos con todo el día por delante, nos llevó a decidirnos por recorrer una mayor distancia y disfrutar de las impresionantes vistas, con un horizonte despejado y apenas viento. El tramo de la pista de 3,5 kilómetros nos condujo al Puerto de Las Viñas, donde las vistas a la vertiente derecha empezaron a ser realmente impresionantes. Podíamos observar Los Reales, Monte del Duque, El Torrecilla, Cancho Almola y Jarastepar.

Tras recorrer otros 500 metros de carril, tomamos un desvío a la derecha que nos llevó por un sendero que nos condujo a la base del pico y luego ascendió, con tramos menos evidentes y entre piedras. Desde la cima del Cerro de Las Chapas (943 metros sobre el nivel del mar) las vistas eran panorámicas, con una visión a 360 grados. Podíamos ver nuestro siguiente destino, el Pico Casares o Sierra de Casares (906 metros sobre el nivel del mar), que se encontraba a aproximadamente un kilómetro y medio de distancia. El terreno mayormente consistía en rocas, lo que requería usar las manos para avanzar entre ellas.

Una vez sorteada la siguiente cota intermedia por la derecha, nos encontramos con una trepada un tanto expuesta, pero con buenos agarres para facilitar el paso por el lado izquierdo. Luego de transitar por la cota más baja entre ambos picos, nos dispusimos a ascender al Casares, un tramo sin sendero definido donde era necesario utilizar las manos para agarrarse a las piedras. La cima tenía un vértice geodésico y desde allí se iniciaba el tramo de descenso.

La bajada se tornó bastante larga y tediosa, con la posibilidad de desviarse en el primer tramo. Sin embargo, debíamos seguir en la misma dirección, prestando atención a los hitos de piedra que indicaban el camino correcto. Entre las rocas abundaba el matorral de monte bajo, que, aunque molesto, podía ser de ayuda en algunos pasos.

En esa zona era común avistar el vuelo de los buitres leonados, con sus imponentes planeos sobre nuestras cabezas, aprovechando las corrientes térmicas. En esa Sierra se encontraba la colonia más importante de la Provincia de Málaga de este majestuoso ave carroñera.

Después de regresar al Sendero Local desde el Mirador, atravesando un pinar de repoblación, nos desviamos a la derecha para visitar el Mirador del Castillón o de La Cosalba. Posteriormente, regresamos al sendero local hasta el punto donde estaba el panel informativo, para luego descender por el Sendero Local, pasando por el Refugio, que presentaba cierta erosión en ese tramo.

La bajada final no resultó ser cómoda, requiriendo atención y cuidado. Al llegar a una pista que transitaba junto a huertos, paralela al Arroyo Albarrán, alcanzamos la carretera A-7150, que circundaba el pueblo por la izquierda. Cruzamos la carretera y saltamos el guardarrail para acceder a la zona peatonal y alcanzar el núcleo urbano de Casares.

Al ingresar al Pueblo por la Calle Carrera, identificamos en el número 51 la Casa Natal de Blas Infante, convertida en museo dedicado al destacado ideólogo del andalucismo político. En la Plaza de la iglesia, también pudimos ver un busto suyo. Más de ocho horas habían transcurrido desde que iniciamos nuestra caminata, tomándonos el tiempo necesario y disfrutando de las paradas en la Sierra, incluso disfrutamos de un café cerca de la Fuente de Carlos III.

Es importante recalcar que la ruta descrita, así como los tracks para GPS, son a título orientativo. Cada persona que decida realizarla debe tomar las medidas de seguridad correspondientes, teniendo en cuenta las condiciones climáticas y su preparación técnica y física. Todo lo expuesto (tracks y comentarios) se ofrece únicamente con fines informativos, eximiendo al autor de cualquier responsabilidad en caso de percance durante la realización de la ruta.

Ruta con escasa sombra

La ruta transcurre por carriles, carreteras y senderos con una vegetación compuesta principalmente por pinos, lantiscos, algarrobos, chaparros, encinas, esparto, entre otros. Comenzamos aparcando el coche en un aparcamiento público cerca del mirador. Seguimos por la MA-8300 unos 300 metros, donde nos desviamos a la derecha en una subida por un carril llamado Paseo de la Arquita. Tenemos por delante aproximadamente unos 4 km en una subida suave. En el camino, pasamos por la fuente La Arquita, donde podemos refrescarnos.

En el siglo XVIII, se llevaron a cabo importantes reformas en la provincia de Málaga con el propósito de modernizar sus infraestructuras. Se introdujeron avances técnicos en la agricultura, se mejoró la red de caminos hacia el puerto de Málaga y se construyeron obras públicas para el abastecimiento de agua, como el Acueducto de San Telmo en Málaga.

En Casares, se construyó la red de agua potable que incluía la fuente de la Arquita, construida en 1783 durante el reinado de Carlos III. Esta fuente actuaba como depósito intermedio y rebosadero para controlar el flujo de agua hacia el centro histórico de Casares.

Continuamos la ruta subiendo y pasamos por el Puerto Las Viñas, donde abandonamos la Gran Senda de Málaga para dirigirnos hacia el mirador. A lo largo del camino, nos encontramos con un mirador al Arroyo del Albarrá. Seguimos hasta llegar al refugio, pero antes nos desviamos hacia el mirador de Castillón. Luego, descendemos hasta el arroyo del Albarrá, giramos a la izquierda en la carretera A-7150 y continuamos recto hasta llegar al punto de partida donde habíamos aparcado el coche.

El recorrido tuvo lugar el 10 de marzo de 2022 en compañía de nuestro amigo Jobapri 1958, miembro de la Asociación Linense de Senderismo Los Forregam.

Para dar inicio a la ruta nos dirigimos hacia Casares (Málaga) por la carretera A-377, y luego tomamos la A-7150 hasta llegar al Bar-Restaurante Laura, donde dejamos nuestro vehículo.

Comenzamos descendiendo por unos escalones hasta la calle Barrio Alto, desde donde disfrutamos de unas magníficas vistas del entorno que rodea al pintoresco pueblo de Casares.

Continuamos descendiendo por la calle Barrio Bajo y, tras bajar más escalones, llegamos al Camino de Gaucín. Pasamos por la Huerta El Pozo y por un pequeño puente de la época romana conocido como el Albarrá, que cruza el arroyo del Albarrán.

Ascendimos al Puerto de Ronda, llegando al Centro de Interpretación y Recepción de Visitantes, desde donde obtuvimos unas hermosas vistas panorámicas.

Después de recorrer aproximadamente 1.200 metros por el arcén izquierdo de la carretera A-7150, llegamos a un cruce con la carretera A-377, desde donde pudimos divisar hermosas imágenes de los pueblos de Jimena de la Frontera y Gaucín.

Tomamos a la derecha por la A-377, siguiendo la Ruta de los Almorávides y Almohades durante un corto tramo. Luego, giramos a la izquierda después de unos 300 metros.

Abandonamos el asfalto y seguimos por una pista forestal, pasando por la Huerta de Echipes y la Casa de Las Latas, disfrutando de las vistas de Gaucín y una pequeña acequia con una fuente en dicha casa.

Alcanzamos una gran alberca y luego giramos a la izquierda para continuar por una estrecha vereda que nos llevó hasta una angarilla. Posteriormente, ascendimos por otra vereda estrecha hasta el Cerro del Torreón, donde encontramos las ruinas de la antigua ciudad romana de Lacipo.

Lacipo fue un importante enclave estratégico en la antigüedad y conserva algunas de sus murallas, aunque la mayoría están en ruinas. Desde lo alto del cerro, se pueden admirar fantásticas vistas de los valles de los ríos Guadiaro y Genal y sus alrededores.

En la zona de los cerros de la Pelliscosa y Torreón, también pudimos disfrutar de hermosas vistas antes de continuar la ruta.

Descendimos por los cerros dejando a nuestra izquierda la vereda por la que habíamos subido, pasamos por otra angarilla y seguimos por una ancha vereda pedregosa rodeados de acebuches hasta llegar a la carretera A-377.

Cruzamos la carretera, recorrimos la falda de Sierra Molina hasta llegar a un cruce de caminos. Giramos a la izquierda, pasamos por la Huerta Molina y alcanzamos el arroyo Albarrán.

Iniciamos una importante subida por una estrecha vereda pedregosa con cortados a nuestra derecha, llegando al cerro de la Horca, donde encontramos una Fosa Común relacionada con la Guerra Civil española.

Una vez visitada la zona, continuamos la marcha hasta llegar al cementerio del pueblo, donde seguimos rectos para regresar a Casares después de una empinada subida.

Recorrimos las calles del pueblo antes de regresar a nuestro punto de partida. La ruta nos dejó un gran recuerdo y unas increíbles experiencias para recordar.

Finalmente, te animamos a que dejes los senderos igual que te gustaría encontrarlos. Recuerda siempre respetar la naturaleza y el entorno que te rodea.

IMPORTANTE: La valoración de una ruta es subjetiva y depende de diversos factores, por lo que es responsabilidad del excursionista tomar las medidas necesarias.

OTRAS RUTAS RECOMENDADAS: Descubre más senderos por los alrededores de Casares en la provincia de Málaga.

&nbspRecorrido que nos permitirá realizar la travesía completa de Sierra Crestellina, desde el inicio en el pueblo de Casares. Ascenderemos por la dorsal de sur a norte, alcanzando las dos cimas que conforman la sierra, el pico Casares y el pico de Las Chapas, ambos alrededor de los 900m de altitud.
Ubicada como una muralla entre la cuenca del río Genal y Sierra Bermeja.

&nbspPartimos desde la carretera de acceso a Casares, descendemos unos metros por el camino junto al asfalto, hasta el comienzo del Sendero del Refugio de Sierra Crestellina, cerca del puente sobre el barranco del arroyo del Albarrán.
Siguiendo las marcas del sendero local (verde-blanco), ascendemos por el sendero hacia el refugio, con vistas panorámicas al valle del Albarrán y al pueblo blanco y pintoresco de Casares.

Un ascenso constante durante poco más de un kilómetro nos lleva al Refugio de Sierra Crestellina, continuamos unos metros por la vereda paralela a los tajos en la vertiente oriental, que será nuestra ruta de regreso.
Cuando la vereda gira a la derecha, tomamos una senda que nos lleva al Mirador de Cosalba. Varios buitres nos sobrevuelan durante todo el recorrido.

Al llegar al mirador, las vistas al sur, a Casares y a la costa se pierden entre la bruma matinal, en un día despejado podríamos divisar la zona del Estrecho.
A nuestras espaldas, las primeras estribaciones de la sierra y el camino que tomaremos por la dorsal.
Retrocedemos unos pasos para encontrarnos nuevamente con la senda de Cosalba y descender hasta un pequeño llano de referencia.

A partir de este punto abandonamos cualquier indicio de sendero o vereda, intentando seguir rastros de ganado para evitar el denso matorral en la ladera.
Poco a poco ganamos altura sobre la dorsal, pasando cerca de lo que parecen simas y alcanzando la base del pico.

Después de haber ascendido y adentrarnos en terreno calizo, nos espera un pequeño cresteo en ascenso hasta el pico Casares. Frente a nosotros se encuentra la cresta de la sierra, culminando en el blanco pico de Las Chapas.

Comenzamos a recorrer la cuerda que une ambas cumbres, primero descendiendo por la arista norte del pico Casares, abrupta y rocosa en algunos tramos. Las cumbres vuelven a elevarse sobre nosotros mientras descendemos hacia el collado que separa las máximas alturas de la sierra.

Durante este tramo intermedio, avanzaremos cómodamente hasta acercarnos a la arista de ascenso. En un punto tendremos que superar un pequeño destrepe, menos complicado de lo que parece, con buenos apoyos y agarre en el descenso.
Solo nos separa la arista caliza y panorámica del pico de Las Chapas, pasando por verdaderos miradores naturales y disfrutando de los grandes bloques que nos separan de la cima.

Una vez en la cumbre, miramos atrás para repasar la entretenida dorsal recorrida, frente a nosotros, el amplio Valle del Genal, Gaucín y el Hacho, y las estribaciones meridionales del Parque Natural de Grazalema, Los Alcornocales y la vecina Sierra Bermeja.

Finalizamos la travesía descendiendo al este desde el extremo de la dorsal, en terreno suelto y pronunciada pendiente. Al llegar abajo, enlazamos con la senda que recorre la falda oriental de Sierra Crestellina, la cual nos llevará de regreso al refugio para concluir el recorrido por el sendero de subida.

¡Nos vemos en las montañas!

Ruta agradable y bonita, señalizada en su mayoría, formando un recorrido circular en la serranía de Ronda, ubicada en Málaga. El punto de partida es el encantador pueblo de Casares. Siguiendo el camino paralelo al arroyo del Albarrán y las indicaciones del GR-249, nos desviaremos en un punto donde encontraremos una semibarrera que impide el paso de vehículos. En un cruce de caminos, tomaremos la ruta de la derecha que nos llevará hasta el pico de las Chapas. Aunque este tramo no está señalizado, está bien marcado por el paso de senderistas. Las vistas panorámicas desde el Cerro de las Chapas son impresionantes, abarcando los Reales, Sierra Bermeja, Sierra de Hacho en Gaucin, Sierra Utrera y la costa Malagueña. Continuaremos hasta llegar al mirador de la Cosalba y el Castillón, donde es común avistar buitres Leonados. En el tramo descendente, pasaremos por un refugio antes de regresar a Casares.