Comenzaremos nuestra excursión en el estacionamiento ubicado junto a la Ermita de la Mare de Déu del Montsià. Para llegar allí, tomaremos la N-340 en dirección a Amposta, cruzaremos el río Ebro y continuaremos hasta llegar al punto kilométrico 1079 de la N-340. Allí veremos indicadores que nos llevarán al «Camí Lligallo de Llorente / Monestir de Clausura / Monestir», abandonaremos la N-340 y seguiremos recto 1,7 kilómetros hasta encontrar un cartel que señala «Ermita Montsià» a nuestra izquierda. Giraremos en esa dirección y continuaremos hasta llegar a la Ermita de la Mare de Déu del Montsià, donde dejaremos el vehículo.

Una vez estacionado, nos prepararemos para iniciar la ruta. Se trata de un recorrido circular de aproximadamente 6 kilómetros, con un desnivel positivo acumulado de unos 300 metros. Descendemos desde la ermita hacia la carretera por la que llegamos, atravesando campos de olivos. En el Camí Lligallo de Llorente giraremos a la izquierda, dejando atrás el camino de la ermita.

En nuestro recorrido, ignoraremos la indicación hacia «Montsianell» a nuestra izquierda y continuaremos recto. Más adelante, giraremos a la derecha en el Camí del Prat de la Llosa, donde veremos la Caseta de Parrot a nuestra izquierda. Posteriormente, giraremos a la izquierda en el Camí del Tapà y seguiremos las indicaciones marcadas en el camino.

La ruta nos llevará a ganar altura rápidamente, con tres tramos de subida intercalados con secciones más planas. En una de las subidas finales, realizaremos un par de pequeñas grimpadas, una de ellas con una cadena como ayuda. Al final de la subida, llegaremos al Cristo del Montsianell y al vértice geodésico, punto más alto del Montsianell.

Después de disfrutar de las vistas en el Cim, continuaremos nuestro camino, descendiendo hacia la Ermita de la Mare de Déu del Montsià, donde concluiremos nuestra excursión. El descenso nos llevará por un sendero irregular pero accesible, con tramos de tierra suelta y piedras.

En un momento dado, llegaremos de nuevo al punto de partida, al estacionamiento junto a la Ermita de la Mare de Déu del Montsià. En esta ruta de aproximadamente 6 kilómetros, con un desnivel de 300 metros, habremos disfrutado de unas tres horas de actividad al aire libre.

El sendero GR 99 sigue el recorrido del río Ebro de principio a fin a lo largo de la península ibérica. Desde tiempos antiguos, el valle del río Ebro ha sido habitado por seres humanos. A lo largo de los siglos, este lugar de gran interés ha sido ocupado por diversas civilizaciones, por lo que a lo largo de su curso se pueden encontrar numerosos vestigios de su extenso pasado cultural.

Esta ruta GR ha sido impulsada por el Ministerio de Medio Ambiente y cuenta con las características propias de los Caminos Naturales, combinando ambos códigos en los soportes de señales. Inicia en Cantabria en el lugar de Fontibre, sitio del nacimiento del río cuyo nombre proviene del término romano Fontes-Iberis (Fuentes del Ebro), cerca del Centro de Interpretación del Ebro, y finaliza en Riumar, en la costa mediterránea, en Tarragona.

Su extensión es de 1.287,32 kilómetros y atraviesa de forma ordenada en 42 etapas las Comunidades Autónomas de Cantabria, Castilla y León, País Vasco, Navarra, La Rioja, Aragón y Cataluña.

El sendero GR 99 sigue el recorrido del río Ebro de principio a fin a lo largo de la península ibérica. Desde tiempos antiguos, el valle del río Ebro ha sido habitado por seres humanos. A lo largo de los siglos, este lugar de gran interés ha sido ocupado por diversas civilizaciones, por lo que a lo largo de su curso se pueden encontrar numerosos vestigios de su extenso pasado cultural.

Esta ruta GR ha sido impulsada por el Ministerio de Medio Ambiente y cuenta con las características propias de los Caminos Naturales, combinando ambos códigos en los soportes de señales. Inicia en Cantabria en el lugar de Fontibre, sitio del nacimiento del río cuyo nombre proviene del término romano Fontes-Iberis (Fuentes del Ebro), cerca del Centro de Interpretación del Ebro, y finaliza en Riumar, en la costa mediterránea, en Tarragona.

Su extensión es de 1.287,32 kilómetros y atraviesa de forma ordenada en 42 etapas las Comunidades Autónomas de Cantabria, Castilla y León, País Vasco, Navarra, La Rioja, Aragón y Cataluña.

El recorrido nos llevará hasta la cima del Montsianell, que es una cima reconocida por la FEEC y de gran importancia.

A pesar de ser de tamaño pequeño, tiene un encanto especial que podremos apreciar a medida que descendemos de ella.

Comenzamos en la ermita del Montsianell, siguiendo un sendero que nos llevará a una pista. Pronto tomaremos la senda de ascenso, que nos llevará hasta la cima, donde encontraremos el vértice geodésico y una imponente estatua del Sagrat Cor.

Para completar el recorrido circular, descendemos por el lado opuesto por un sendero con algunos tramos equipados con cadenas, de dificultad muy baja.

Los últimos 2 kilómetros del recorrido discurren por asfalto.

DIFICULTAD TÉCNICA: Fácil

DIFICULTAD FÍSICA: Moderada

TIEMPOS (A paso normal):

ASCENSO: 28′

DESCENSO: 1H01′

TOTAL: 1H29′

INSTAGRAM: Cimas De Mi Vida

DETALLES
La ruta de Amposta a Ulldecona marca el final del sendero GR-92 en Cataluña, culminando en la impresionante Serra de Montsià.

ACCESO

APROXIMACION

RUTA
DESCENSO
VIA

RETORNO

+INFO
Visita el siguiente enlace para obtener más información: https://www.rocjumper.com/via-ferrata/lista-de-vias-ferratas

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Comienza/termina Ruta en:
Ermita Mare de Déu de Montsiá
Caseta de Parrot
Montsianell
Punto Geodésico
pou o font de les set Piques
Corral de Monssényes
Corral de Cedrilles
Font D’Andara
Barraca 1
Barraca 2
Barraca 3
Fin de ruta Ermita Mare de Déu de Montsiá

En esta etapa final del GR92 en tierras catalanas, antes de entrar en la provincia de Castellón, nos enfrentamos a un recorrido largo y con mucho desnivel. La ruta atraviesa la Serra de Montsià, llegando a un punto destacado como La Foradada. A lo largo del camino, se puede notar la falta de marcas, especialmente en la primera parte, donde algunas han desaparecido o están muy deterioradas.

El punto de partida se encuentra cerca del Ebro, junto al inicio del Canal de la Ràpita. A lo largo de campos de cultivo bordeamos la carretera, sin marcas pero con un camino visible. Siguiendo la pista de mantenimiento del canal durante 3 km, llegamos al Molí de l’Enclusa. Desde aquí, tomamos una pista a la derecha que nos lleva a una carretera pasando junto al Mas de Miralles.

Después de pasar un par de párquings señalizados, tomamos un sendero a la izquierda para iniciar una subida empinada a través del bosque. El camino nos lleva a través de un collado, descendiendo suavemente hasta llegar a la Font del Burgar, ubicada en un rellano en medio del bosque.

Continuamos subiendo por un camino empedrado hasta llegar a las ruinas del Mas de Mata-Redona, donde giramos hacia las cumbres de la Serra de Montsià. Llegando a un pequeño collado, el GR se divide, con una rama que sube hacia «La Foradada». Vale la pena desviarse para visitar esta cumbre con sus características ventanas en las rocas.

Regresando a la bifurcación, tomamos el camino hacia Ulldecona, flanqueando la Serra de Mestral hasta llegar a las ruinas del Mas del Comú. Descendiendo hacia los campos de cultivo que rodean Ulldecona, pasamos por el barranco de Marcelina, donde el sendero baja encajonado en el lecho del torrente.

Finalmente, el sendero nos lleva a través de los campos de cultivo hacia Ulldecona, atravesando la autopista AP7 por un paso elevado y llegando al inicio del área urbana justo por la estación de tren.

Amposta cuenta con una población de **21.115 habitantes**, según el INE en el año 2020.

Una forma agradable de disfrutar de este lugar es dando un agradable paseo a lo largo del río Ebro y explorando su **casco antiguo**. Caminar junto al Ebro siempre resulta en una experiencia encantadora. Nos estacionamos al este de la N-340, cerca del río Ebro, y seguimos su curso hasta llegar al **puente colgante**. Desde allí, recorremos el **casco histórico**, las ruinas del castillo, la **escuela de Arte y Diseño**, la **biblioteca**… Luego, nos dirigimos al **mercado municipal** y finalmente regresamos a la orilla del río antes de continuar nuestro paseo por la ribera del río más allá de donde hemos aparcado.

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En la jornada de descanso concedida por la empresa, decidí celebrarlo con una excursión por L’Antic en busca de la Cova Fosca. Empecé en el Gr92, pasando por La Font de La Galla, Bassas de la Galla y un Maset que desconocía y que resultó ser todo un hallazgo. La travesía se tornó difícil debido a la densidad de la vegetación, que en algunos tramos casi borraba el sendero, obligándome a seguir el rastro de una ruta anterior «Que es La Buena», combinando el instinto y la experiencia acumulada en anteriores recorridos. El día fue perfecto, aunque a partir de las 11.30 el calor se volvió insoportable para mis fieles compañeros. Tendré que considerar darles unas vacaciones de verano.
Amposta

Hoy me dispongo a realizar un paseo con mis queridas mascotas por los Ullals de l´Arispe (Ullals de Baltasar), un lugar que descubrí gracias a un amigo de Rubí (Barcelona) llamado David, quien me lo recomendó. El día es espléndido, soleado y con una temperatura perfecta para disfrutar de este recorrido al aire libre. ¡Gracias David!

Los Ullals de Baltasar son manantiales de agua subterránea que provienen de los acuíferos de Montsià y Els Ports. El agua de lluvia se filtra a través de terrenos calcáreos hasta formar ríos subterráneos que emergen en la superficie en forma de manantiales y colmillos. Estas formaciones se extienden a lo largo del delta desde Sant Carles de la Ràpita hasta L’Ampolla.

En general, los colmillos tienen una forma circular con diferentes diámetros y profundidades. En los Ullals de Baltasar, ubicados en Amposta, hay 17 manantiales transparentes y relativamente dulces, con una temperatura constante que oscila entre los 17 y 19 grados centígrados a lo largo del año. Esto crea un ecosistema único con una flora y fauna particular.

La flora de los colmillos es muy variada, con especies como la mansega, el lirio amarillo, y el sauce blanco. En cuanto a la fauna, destaca la presencia de peces en peligro de extinción como el pincho, el samarugo, y el lobo común. También habitan aves como el martinete de noche, la garza imperial, y el martín pescador, así como anfibios y reptiles como la serpiente de agua y la tortuga de agua. La diversidad de invertebrados en este ecosistema es notable, con especies como odonatos, moluscos, crustáceos, y la planaria endémica de los Ullals de Baltasar.